La región centro del país, donde se ubica el Estado de México, continúa liderando en reportes por incumplimiento de la Ley de Alimentos y Bebidas Permitidas y No Permitidas en primarias y secundarias, concentrando más del 21% del total nacional. Esta información se desprende del último reporte de ‘Mi escuela saludable’, que indica que, al cierre del ciclo escolar 2024-2025, en la entidad mexiquense se registraron 9 mil 771 reportes ciudadanos, vinculados a 3 mil 704 planteles educativos.
El informe revela que el 78% de estas instituciones no cuenta con un comité responsable de fiscalizar la venta de alimentos chatarra; el 63.9% comercializa refrescos y solo el 53.2% ofrece frutas o verduras, mientras que el 86.2% carece de bebederos adecuados. Aunque aún no hay datos oficiales sobre el ciclo escolar 2025-2026, estos indicadores reflejan desafíos importantes en el área de alimentación escolar, un tema que tanto dependencias educativas como de salud, tanto a nivel estatal como federal, están intentando atender.
La licenciada en Nutrición por la Universidad Autónoma del Estado de México, Montserrat Vallejo Vilchis, resaltó que la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) lanzó este año el lema: ‘Mano a mano por unos alimentos y un futuro mejores’, un llamado a unir esfuerzos por la seguridad alimentaria y la sostenibilidad.
En concreto, advirtió sobre las profundas brechas en la calidad de los alimentos en México, derivadas de desigualdades entre zonas rurales y urbanas, la pérdida de tradiciones culinarias frente a los ultraprocesados, la inseguridad alimentaria y el impacto del cambio climático en la agricultura.
La especialista hizo un llamado a revertir esta situación mediante políticas públicas que promuevan la agricultura familiar y sostenible, incentivos para la producción regenerativa, la educación nutricional en las escuelas, el fortalecimiento de cadenas alimentarias locales y compromisos efectivos para reducir pérdidas y desperdicios. “Es momento de pasar del discurso a la acción”, puntualizó.
Asimismo, explicó que México continúa siendo uno de los principales consumidores de bebidas azucaradas a nivel mundial: según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut), el 85% de los adultos consume refrescos regularmente y el 70% de los niños los ingiere al menos una vez por semana. Esto ha contribuido a que el 73% de los adultos y el 35% de los niños tengan sobrepeso, posicionando al país entre las naciones más afectadas por obesidad y diabetes tipo 2. Cada litro diario añadido de estas bebidas incrementa significativamente el riesgo de padecimientos crónicos, agravando una emergencia sanitaria silenciosa que requiere atención urgente.