El 18 de junio, las autoridades federales aseguraron un sitio clandestino en Coatzacoalcos, utilizado para la producción ilegal de diésel artesanal y otros combustibles. En 2019, quienes operaban en ese lugar solicitaron permisos para convertirlo en planta de tratamiento de residuos industriales y reciclaje de residuos peligrosos, pero sus solicitudes fueron rechazadas por las autoridades ambientales, incluyendo la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, debido a que el proyecto no se ajustaba al Programa de Ordenamiento Ecológico Regional de la Cuenca Baja del río Coatzacoalcos.
El predio, ubicado en el Ejido 5 de Mayo, en un camino que conecta con Agua Dulce, opera sin permisos oficiales. Actualmente, el área está bajo resguardo de la Secretaría de Seguridad Pública, el Ejército Mexicano y personal de Petróleos Mexicanos, en tanto continúan las investigaciones.
Las indagatorias, realizadas por la Fiscalía General de la República (FGR) y la Fiscalía Estatal de Veracruz, revelaron la existencia de 500 mil litros de crudo, siete tanques móviles, cuatro tanques verticales y una infraestructura utilizada para la producción ilícita de combustibles, que representaba un grave riesgo para los ecosistemas locales.
Gracias a labores de inteligencia y reconocimiento aéreo, se identificó a esta operación clandestina dedicada a fabricar diésel alternativo, nafta ligera, solventes, aceites tratados y combustóleo ligero. Participaron en la operación fuerzas del Gabinete de Seguridad, la Secretaría de Defensa Nacional, la Secretaría de Marina, la Guardia Nacional, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, además de personal de Pemex.
El responsable de la seguridad, Omar García Harfuch, indicó que estos esfuerzos permitieron detectar y asegurar la infraestructura y materiales asociados a la producción ilícita. La empresa responsable, que tiene sedes en Toluca, Mérida, Yucatán, Villahermosa y Coatzacoalcos, anuncia en su página web que ofrece combustibles alternos, aceite base, fluido de perforación, diluyente, crudos pesados, entre otros productos.
Este operativo evidencia los riesgos y peligros que representan las operaciones clandestinas de combustibles en regiones como Coatzacoalcos y refuerza la colaboración entre las distintas instancias gubernamentales para combatir el huachicol y proteger el medio ambiente.