Los incendios forestales que han azotado España en las últimas semanas constituyen, según el Gobierno, una de las mayores catástrofes medioambientales en años recientes. Actualmente, hay 15 grandes incendios activos, y las autoridades han declarado una zona catastrófica para los territorios afectados, permitiendo agilizar recursos mediante ayudas directas, exenciones fiscales y otras medidas de emergencia.
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, destacó en conferencia de prensa que los daños personales y materiales son elevados: cuatro personas han muerto y más de 350 mil hectáreas han sido quemadas. La declaración de zona catastrófica abarca 16 de las 17 regiones españolas, incluyendo áreas afectadas por lluvias e inundaciones recientes.
El Gobierno de Pedro Sánchez rechazó las críticas del Partido Popular, que acusó al Ejecutivo de tardar en enviar ayuda en las regiones más afectadas, principalmente Castilla y León, Extremadura y Galicia, gobernadas por el PP. Grande-Marlaska afirmó que todos los medios estatales se han activado, contando además con apoyo internacional.
Mientras tanto, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, criticó la gestión y propuso un plan de 50 medidas para prevenir futuras catástrofes, entre ellas la creación de un registro nacional de pirómanos. Grande-Marlaska comentó que dichos actores representan una pequeña parte de los incendios y aseguró que las propuestas del opositor serán evaluadas.
Por su parte, la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, lamentó que el negacionismo del cambio climático siga ganando protagonismo en discursos políticos, particularmente en las filas del Partido Popular.