El Gobierno de Estados Unidos, bajo la administración del presidente Donald Trump, ha incrementado la presencia militar en Los Ángeles, enviando otros dos mil efectivos de la Guardia Nacional de California. Con esta medida, suman casi cinco mil tropas desplegadas en la ciudad, en medio de intensas protestas y tensiones con las autoridades locales y defensores de derechos civiles.
El propio gobernador de California, Gavin Newsom, informó a través de sus redes sociales sobre el envío de estos dos mil soldados adicionales, tras ser notificado por la Casa Blanca. La decisión se produce después de que Trump anunciara el sábado pasado el despliegue de dos mil miembros de la Guardia Nacional sin la autorización del gobernador, quien es responsable de esas tropas, marcando una situación sin precedentes en 60 años.
La tensión aumentó cuando el fiscal de California, Rob Bonta, interpuso una demanda contra el Gobierno federal, argumentando que la medida violaba la autoridad estatal y la Décima Enmienda de la Constitución.
Por su parte, Newsom denunció que los primeros soldados desplegados enfrentan condiciones precarias, con reportes de hacinamiento, falta de comida y agua, y que muchos permanecen inactivos en edificios federales sin instrucciones claras. El gobernador criticó la acción, asegurando que no responde a una necesidad de seguridad pública, sino que busca satisfacer el ego del mandatario y representa una falta de respeto hacia las tropas.
Además, se sumarán aproximadamente 700 infantes de marina a los esfuerzos, según informó el Departamento de Defensa. Estos se integrarán a las fuerzas de la Guardia Nacional para proteger edificios federales en Los Ángeles y resguardar la propiedad del gobierno, en un contexto donde solo algunos soldados se encontraban en el complejo federal del centro de la ciudad.
Mientras tanto, las instituciones como el Servicio de Inmigración y Ciudadanía (USCIS) y las cortes de inmigración en el complejo federal suspendieron atención al público en medio del cuarto día de manifestaciones, algunas menos concurridas y sin incidentes mayores hasta la tarde. La militarización y las redadas en Los Ángeles siguen generando controversia y división en la comunidad.