La gobernadora indígena del Estado de México, Vicenta Sánchez Valdés, en representación de los pueblos mazahua, otomí, matlatzinca y tlahuica, manifestó la necesidad de condiciones dignas de vida y una inclusión real en las políticas públicas del estado.
En entrevista, Sánchez Valdés resaltó que entre sus principales demandas se encuentran la incorporación de intérpretes en hospitales, escuelas, oficinas gubernamentales y cárceles, ya que muchas personas indígenas enfrentan discriminación y obstáculos comunicativos al no hablar español.
Señaló que en muchas ocasiones, indígenas detenidos o procesados no pueden defenderse jurídicamente por no entender el idioma español, y carecen de acompañamiento legal en su lengua materna. Lo mismo sucede en centros de salud, donde pacientes no comprenden indicaciones médicas o procedimientos.
‘Hay gente indígena que no sabe hablar español y no le entiende. ¿Con qué se defienden? Necesitamos apoyo. Lo que estamos pidiendo es un intérprete, en salud, educación y en las cárceles’, afirmó.
Asimismo, denunció las condiciones precarias de vivienda en comunidades del norte del estado, como San José del Rincón, Atlacomulco, Ixtlahuaca y San Felipe del Progreso, donde muchas familias habitan casas hechas con materiales endebles y no pueden mejorar sus viviendas por la falta de títulos de propiedad.
‘A mucha gente no le dejan talar en el monte y no tienen ni láminas para tapar sus casitas. Quieren una vivienda digna. Algunos heredan a sus hijos, pero sin un título a su nombre, no pueden acceder a programas de apoyo’, explicó.
Hizo un llamado a las autoridades estatales y federales para que visiten directamente las comunidades, evalúen sus necesidades y dejen de depender únicamente de trámites burocráticos.
‘Queremos que vean con sus ojos, que si a Juanita le faltan láminas, se le entreguen; que si alguien necesita un puente, se construya. Nosotros no tenemos nada que esconder. Estamos peleando por los recursos que nos corresponden como pueblos indígenas del Estado’, enfatizó.
Respecto al gobierno actual, Sánchez Valdés reconoció el esfuerzo de la gobernadora Delfina Gómez Álvarez y del secretario de Desarrollo Social, quienes han mostrado disposición para atender a las comunidades indígenas.
Otra preocupación importante es la desaparición de las lenguas originarias, por lo que urgió a las autoridades educativas a incorporar textos y materiales escolares en lenguas indígenas, además de promover talleres culturales, lingüísticos y tradiciones desde preescolar hasta secundaria. También lamentó la escasez de docentes indígenas.
‘No hay maestros mazahuas y eso preocupa. Necesitamos que nuestros hijos aprendan y escuchen nuestra lengua, para que no se pierda’, dijo.
Finalizó destacando que cada pueblo indígena tiene sus propias costumbres, y solicitó respeto y atención diferenciada según las necesidades de cada etnia.
‘Respetamos lo que quieren los otomís, mazahuas, tlahuicas. Queremos que todos sean atendidos: si una comunidad necesita una escuela, debe construirse. Eso pedimos, y para eso estamos aquí’, concluyó.
Cabe mencionar que el cargo de gobernador indígena no es una figura oficial del gobierno estatal, sino una autoridad tradicional reconocida moral y políticamente por su comunidad. Existen varios representantes de distintas etnias en la entidad, como otomíes, nahuas, tlahuicas y matlazincas, cada uno con sus propios usos y costumbres.
Vicenta Sánchez Valdés fue nombrada por la comunidad mazahua del área de San José de Rincón y forma parte de los nueve vocales del Consejo Estatal para el Desarrollo Integral de los Pueblos Indígenas (CEDIPIEM). Gracias a ello, su voz tiene influencia en decisiones sobre obras, programas sociales, protección territorial y foros de consulta en el estado.