Martes, 4 de noviembre de 2025 (HealthDay News) — Un estudio reciente revela que los relojes inteligentes impulsados por inteligencia artificial (IA) tienen la capacidad de detectar enfermedades cardíacas, incluso con datos limitados de un solo ECG. La investigación, presentada el 7 de noviembre en la reunión anual de la Asociación Estadounidense del Corazón en Nueva Orleans, demuestra que un Apple Watch puede identificar con precisión afecciones como bombeo debilitado, válvulas dañadas o músculo cardíaco engrosado.
Esto es especialmente importante, ya que el Apple Watch solo utiliza una derivación de ECG, en contraste con las pruebas completas de 12 derivaciones realizadas en hospitales. El Dr. Rohan Khera, director del Laboratorio de Ciencia de Datos Cardiovasculares en la Facultad de Medicina de Yale en New Haven, Connecticut, explicó que, aunque un solo ECG tiene limitaciones, la IA puede potenciar su capacidad de detección.
"Este avance permite la detección temprana de enfermedades cardíacas estructurales a gran escala, utilizando dispositivos que muchas personas ya tienen en sus muñecas", afirmó Khera. Las enfermedades cardíacas estructurales afectan el músculo cardíaco, válvulas, paredes y cámaras del corazón, según la Clínica Cleveland.
Para entrenar la IA, los investigadores analizaron más de 266,000 registros de ECG de 12 derivaciones de más de 110,000 adultos. Luego, seleccionaron una de estas derivaciones, que emula la lectura del ECG en los relojes inteligentes, y entrenaron a la IA para que detectara afecciones basándose solo en esa información.
Pruebas en 600 nuevos participantes, que se sometieron a un ECG de 30 segundos con un Apple Watch, arrojaron una precisión del 88% en distinguir entre personas con o sin enfermedades cardíacas. Además, la IA fue correcta en identificar a pacientes con patologías cardíacas en un 86% y en descartar a quienes estaban sanos en un 99%.
La Dra. Arya Aminorroaya, residente en medicina interna en el Hospital Yale New Haven, destacó que millones de personas usan relojes inteligentes, que actualmente se limitan a detectar problemas de ritmo cardíaco, como la fibrilación auricular. Las enfermedades estructurales, en cambio, generalmente requieren pruebas de ecocardiograma, que demandan equipos especializados y no son accesibles para exámenes de rutina.
Los investigadores planean ampliar la evaluación de esta herramienta de IA en entornos comunitarios y analizar su potencial para mejorar la detección preventiva de patologías cardíacas. Sin embargo, advierten que los resultados deben considerarse preliminares hasta su publicación en revistas revisadas por expertos.
Más información sobre las enfermedades cardíacas estructurales está disponible en la Clínica Cleveland.