En Seattle, un antiguo barco de los años 70 ha sido transformado en una moderna vivienda flotante, permitiendo disfrutar de la vida sobre el agua sin sacrificar confort. El proyecto, llamado Blatto Boat, convirtió una embarcación fuera de servicio en una casa de 57 metros cuadrados, diseñada para una familia, y en particular para un médico local. La tendencia de viviendas flotantes, que suele verse en países como los Países Bajos, gana cada vez más terreno en ciudades con tradición náutica, como Ámsterdam y Seattle, ofreciendo una opción de vida a medio camino entre el mar y la tierra.
El desafío principal fue respetar las dimensiones originales de la embarcación, que mide 12 metros de largo por 3,7 de ancho. La estructura, construida en tierra con materiales naturales y resistente a las variaciones del nivel del lago Union, fue diseñada en dos niveles con tres terrazas exteriores. La estructura fue trasladada y amarrada en su ubicación definitiva, en un extremo del lago, creando un hogar compacto pero funcional.
El acceso a la vivienda se adaptó a cambios en el nivel del agua, instalando una escalera desmontable que conecta el muelle con la entrada principal. La planta baja cuenta con un espacio abierto que integra sala, cocina y comedor, además de un baño completo, con muebles multifuncionales como estanterías en los alféizares y una cocina en forma de L que maximiza el almacenamiento. La isla central sirve como mesa, mostrador y escritorio.
En la planta superior se ubica un dormitorio con armarios empotrados y acceso a una terraza, desde donde se pueden disfrutar vistas panorámicas del entorno urbano y del lago. Desde allí, escaleras exteriores conducen a una terraza adicional en la planta baja y a una plataforma superior con espacios verdes.
El diseño exterior combina paneles de cedro teñidos de ébano que aportan calidez y elegancia, mientras que el interior utiliza materiales naturales como la cicuta en los techos, muebles de roble blanco y encimeras de Richlite, fomentando un ambiente acogedor y armónico. Grandes ventanas permiten aprovechar al máximo la luz natural y las vistas al lago, creando un hogar eficiente y estéticamente atractivo en un entorno acuático.
