Irán condicionó este lunes la continuidad de futuras negociaciones con Estados Unidos a que Washington asuma su responsabilidad por los ataques del pasado junio contra instalaciones nucleares iraníes. Además, descartó cualquier posibilidad de conversaciones directas con Estados Unidos, en medio de una escalada en las tensiones bilaterales.
El 22 de junio, EE. UU. llevó a cabo ataques en varias instalaciones nucleares de Irán como respuesta a acciones militares conjuntas con Israel, en un conflicto que interrumpió las delicadas negociaciones iniciadas en abril para salvaguardar el programa nuclear iraní.
"En cualquier posible negociación, una de las prioridades será responsabilizar a Estados Unidos y exigir una compensación por su agresión militar contra las instalaciones nucleares pacíficas de Irán", afirmó Esmail Baqai, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores iraní, durante una rueda de prensa. Cuando fue consultado sobre la posibilidad de diálogos directos, respondió: "No".
Baqai sostuvo que Irán mantiene su compromiso con el tratado de no proliferación nuclear, pero criticó duramente lo que calificó como un "enfoque politizado y poco profesional" por parte del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). Además, informó que el subdirector del organismo internacional visitará Irán en menos de 10 días.
Asimismo, Ebrahim Azizi, jefe de la Comisión de Seguridad Nacional del Parlamento iraní, aseguró que la delegación del OIEA estará limitada a discusiones técnicas y de expertos con funcionarios iraníes, sin permisos para inspecciones físicas ni accesos a las instalaciones nucleares del país. "Bajo ninguna circunstancia se concederá acceso físico a las instalaciones nucleares y no se permitirán inspecciones por parte de esta delegación u otra entidad extranjera", puntualizó.
Desde junio, Israel ha llevado a cabo ataques en varias instalaciones nucleares, militares y zonas residenciales en Irán durante 12 días, con apoyo de fuerzas estadounidenses en bombardeos en Fordo, Isfahán y Natanz. Estos incidentes han paralizado los contactos bilaterales, los más altos desde que Estados Unidos abandonó en 2018 el acuerdo internacional sobre el programa nuclear iraní.