Irán ha decidido suspender su cooperación con el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), en medio de acusaciones de Teherán contra la agencia de la ONU de haber motivado los ataques de Israel y Estados Unidos a sus principales instalaciones nucleares, entre ellas Fordo, Natanz e Isfahán. La medida, efectiva desde este jueves tras la promulgación por parte del presidente iraní, Masud Pezeshkian, y la entrada en vigor de una ley en ese sentido, representa un aumento en la escalada de tensiones relacionadas con el programa nuclear iraní.
El portavoz del Consejo de los Guardianes, Hadi Tahan Nazif, comunicó la suspensión, señalando que la ley no permite que los inspectores del OIEA supervisen las instalaciones a menos que puedan garantizar su seguridad. Fuentes iraníes también apuntan a que la legislación impide la cooperación sin condiciones que aseguren la protección de las instalaciones.
Irán ha acusado al OIEA de actuar de manera parcial y de motivar los ataques israelíes y estadounidenses, tras una serie de bombardeos que comenzaron en la madrugada del 13 de junio y duraron hasta el 24, coincidiendo con la escalada militar en la región. Además, ese mismo día, Estados Unidos atacó varias instalaciones, afectando significativamente la infraestructura nuclear persa.
El Pentágono ha declarado que estos ataques retrasaron en uno o dos años los planes nucleares de Irán y que lograron degradar su capacidad de construir una bomba nuclear, aunque Irán siempre ha negado estas acusaciones. La Oficina Mundial de Energía Atómica (OIEA) se limita a indicar que espera más información oficial por parte de Teherán.
Analistas internacionales consideran que la decisión de Irán puede abrir la puerta a operaciones encubiertas y reducir la supervisión internacional, lo que a largo plazo podría dificultar el control de las actividades nucleares iraníes. Nicole Grajewski, del Carnegie Endowment, advirtió que esta medida representa una de las consecuencias más relevantes de los ataques de EE. UU. e Israel.
Por otro lado, las informaciones sobre el daño real a las instalaciones iraníes han sido contradictorias. Aunque inicialmente Iran negó daños significativos, la portavoz del gobierno, Fatemeh Mohajerani, afirmó hace dos días que las instalaciones nucleares sufrieron daños sustanciales, generando incertidumbre sobre el impacto de los ataques recientes.