El jefe de la Policía Nacional del Perú (PNP), Óscar Arriola, ofreció una disculpa pública este jueves a la familia del joven manifestante Eduardo Mauricio Ruiz Sáenz, quien perdió la vida tras recibir un disparo durante protestas antigubernamentales en el Centro de Lima. En una conferencia de prensa, Arriola confirmó que el disparo que causó la muerte fue realizado por el suboficial de tercera Luis Magallanes, integrante de la División de Investigación Criminal (Divincri), desvirtuando la versión inicial que señalaba la participación de miembros del Grupo Terna.
El alto mando policial dirigió sus palabras directamente a los familiares de Ruiz Sáenz, conocido como Trvko, y expresó: “La PNP reitera sus condolencias a los familiares y amigos de Eduardo Mauricio Ruiz Sáenz. Que Dios lo tenga en su gloria. Le pido perdón a su familia en nombre de los 140 mil policías”. Sin embargo, evitó responder a las preguntas de los reporteros.
Asimismo, Arriola informó que Magallanes permanece detenido y bajo investigación por la División de Homicidios, junto con otro policía capturado por su posible implicancia en los hechos. Según afirmó, “en las imágenes se observa a otro policía que, en medio del caos, realiza disparos y, al notar que hay un herido, se acerca a Magallanes. Ambos están detenidos”. El caso está en curso bajo la supervisión de un fiscal penal, quien ha señalado que se trata de hechos aislados, sin un planeamiento previo por parte de la institución policial.
El joven fue trasladado de urgencia al Hospital Arzobispo Loayza tras recibir un impacto de bala, pero falleció en el centro hospitalario. Ruiz Sáenz, de 32 años, residía en San Martín de Porres y dejó un hijo.
En la víspera, Arriola también dirigió un mensaje a los peruanos participantes en la primera gran manifestación de rechazo al entonces presidente interino José Jerí, quien asumió tras la salida de Dina Boluarte. El jefe policial resaltó: “Si hay amenaza letal, la fuerza debe responder de manera gradual. La Policía restablece el orden. Han querido quemar el Congreso, eso no se puede permitir, porque somos la fuerza pública y usamos la fuerza proporcional”.
Añadió que algunas personas buscan desestabilizar el país, mencionando a los jóvenes Inti y Bryan, quienes en 2020 fueron símbolos de la represión estatal y murieron durante protestas contra el gobierno de Manuel Merino, quien renunció cinco días después. La necropsia reveló que Bryan murió por diez impactos de perdigón de plomo, y que Inti fue alcanzado por un proyectil que perforó su corazón.
Por último, el abogado Rodrigo Noblecilla, representante legal de la familia del manifestante fallecido, anunció que evalúa presentar una denuncia por el presunto delito de asesinato en grado de autoría mediata contra el presidente interino José Jerí y su gabinete, considerando que “son responsables políticos y penales”, según lo establecido en la Constitución.