El diseñador Jonathan Anderson hizo su debut en la semana de la moda masculina en París para la firma Dior Homme, presentando una colección que combina herencia y actualidad. En su propuesta para la primavera-verano 2026, Anderson transformó la pasarela en un espacio museístico, donde las siluetas femeninas reinterpretadas por Christian Dior en los años 40 y las piezas clásicas del guardarropa masculino del siglo XIX dialogan en una narrativa curatorial. La colección rescata la icónica Bar jacket para mujer, diseñada en 1947, confeccionada en tweed Donegal, combinada con shorts cargo amplios, fusionando formalidad y funcionalidad.
El diseñador también recuperó elementos del estilo Regency del siglo XIX, como el jabot, un pañuelo atado al cuello que en esa época llevaban los hombres, que aparece reinterpretado en chalecos, fraques y corbatas con un toque de ligereza y desenfado, incorporando nudos inesperados y algodón compress para un estilo juvenil y cosmopolita, lejos de la rigidez tradicional.
Los accesorios, entre ellos totebags con estampados de títulos literarios, resaltaron el énfasis en la cultura y el arte, principales inspiraciones del desfile. La paleta cromática incluyó verdes salvia, lilas suaves y azules desgastados, transmitiendo una sensación de sobriedad primaveral con toques de celebración. El calzado, que combina mocasines, zapatillas deportivas y sandalias con calcetas expuestas, refleja el deseo de Anderson de romper con las expectativas tradicionales de la masculinidad.
El desfile se realizó en un espacio que simula un museo, con obras de Chardin en las paredes, reforzando la visión de la moda como arte vivo. La propuesta representa un comienzo de una nueva era para Dior Homme, fusionando elementos históricos con audacia moderna, promoviendo una masculinidad consciente de su legado pero abierta a la transformación.