Ernesto Barajas, vocalista y fundador de Enigma Norteño, no fue el primer músico de la agrupación sinaloense en ser víctima de la violencia; en realidad, ese triste honor recae en José Baldenegro, baterista de la banda, quien fue ejecutado tras ser secuestrado. El ataque contra Baldenegro ocurrió en 2012, cuando fue secuestrado por un grupo armado en una ferretería de Culiacán, Sinaloa, y días después fue encontrado sin vida en las inmediaciones del Ejido San Manuel, en la sindicatura de Aguaruto.
Más de una década después, en 2015, Ernesto Barajas también fue víctima de la violencia, siendo ejecutado a balazos en una pensión de Zapopan, Jalisco, donde se había establecido tras recibir amenazas de muerte. Según Alfonso Gutiérrez, vicefiscal ejecutivo en Investigación Criminal de Jalisco, Barajas acudió a recoger cuatro vehículos enviados desde Sinaloa y fue ultimado en ese lugar.
En diversas entrevistas, Ernesto Barajas relató que no vinculaba el asesinato de José Baldenegro con los temas de los corridos que la banda interpretaba, ya que él mismo era quien los escribía. Además, mencionó que los familiares del baterista le pidieron que no asistiera al velorio, pues los responsables de la muerte del músico también se habían llevado a otra persona.
A través de sus declaraciones, Barajas confesó en 2023 que aún lloraba la pérdida de su compañero, resaltando el impacto emocional que le dejó aquel suceso.
Este trágico conjunto de hechos evidencia la peligrosidad que enfrentan algunos músicos en ciertas regiones del país, donde la violencia y la inseguridad continúan marcando sus vidas.
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Con información de Román Ortega / El Occidental.