¿Alguna vez te has preguntado qué sucede cuando una decisión al volante cambia una vida en segundos? La tarde del sábado 9 de noviembre de 2025 quedó marcada por una tragedia en Zinacantepec, Estado de México, donde un joven de solo 17 años perdió la vida en un accidente fatal.
Todo ocurrió en la carretera Toluca–Sultepec, justo en la comunidad de Loma Alta. Testigos que presenciaron el incidente afirman que el menor conducía su motocicleta a exceso de velocidad. ¿Fue la velocidad la que le jugó una mala pasada? Muy probablemente, ya que las autoridades consideran que esta pudo ser la causa que hizo que perdiera el control en la zona de curvas.
El joven derrapó y chocó de frente contra un automóvil Volkswagen Vento color gris, que circulaba en el carril contrario. La fuerza del impacto fue brutal; la motocicleta quedó debajo del auto y tuvo que ser removida con equipo especializado para poder retirar la escena.
Paramédicos del Servicio de Urgencias del Estado de México (SUEM) llegaron rápidamente al lugar para auxiliarlo. Sin embargo, tras evaluar sus lesiones, confirmaron que lamentablemente ya había fallecido a causa de las heridas sufridas en el choque.
Por su parte, oficiales de la Secretaría de Seguridad del Estado de México (SSEM) acordonaron el área, facilitando el trabajo de los peritos de la fiscalía regional del Ministerio Público. El cuerpo fue reconocido en el lugar por sus familiares, quienes llegaron para identificar a su ser querido.
Las labores de los funcionarios no solo permitieron el levantamiento del cuerpo, sino que también provocaron retrasos en el tránsito por varias horas, dado que las unidades siniestradas tuvieron que ser retiradas y la escena correctamente asegurada.
Este trágico evento nos recuerda la importancia de la prudencia al conducir. ¿Cuántas veces hemos hecho caso omiso del límite de velocidad? La respuesta puede ser la diferencia entre una vida plena y la pérdida irreparable de un joven que apenas comenzaba.