En México, cada vez más jóvenes de las generaciones Millennials y Z prefieren adoptar mascotas en lugar de tener hijos, motivados por el alto costo de vida, la violencia y la inseguridad laboral. Expertos como Alejandro Gutiérrez Cedeño, coordinador del Centro de Estudios y Servicios Psicológicos Integrales de la UAEMéx, y la médico veterinaria Susana Morales Ibarra destacan la importancia de gestionar acuerdos familiares para evitar conflictos, ya que no todos los integrantes están de acuerdo con tener animales domésticos, y actualmente son principalmente los jóvenes quienes toman esa decisión.
El gasto en manutención de perros y gatos puede variar entre 1,500 y 3,000 pesos quincenales, dependiendo de la raza, alimentación, vacunas, estética y otros cuidados. Gutiérrez Cedeño puntualiza que, aunque una mascota no reemplaza a un ser humano, cada individuo tiene la libertad de decidir qué es lo mejor para su vida.
El cambio en las prioridades también refleja una modificación en la etapa de formación familiar, ya que hoy en día los jóvenes prefieren completar sus estudios o emigrar para perfeccionar idiomas. La presencia de mascotas en estos nuevos modelos familiares, incluyendo a personas de la comunidad LGBTQ+, muestra un compromiso económico y afectivo importante, con gastos en alimentos especializados, juguetes y atención veterinaria que sobrepasan los 3,000 pesos quincenales.
Susana Morales Ibarra resalta que, para tener una mascota, es fundamental garantizar su bienestar en aspectos como nutrición, ambiente, salud, comportamiento y estado mental.
Karina Velázquez, de 20 años, explica que su prioridad es estudiar medicina y realizar una especialización en el extranjero, preferiendo tener “perrijijos” debido a la inseguridad y los problemas sociales en el país. Aunque algunos familiares la consideran egoísta, ella señala que cuidar de un animal puede ser una responsabilidad que dure hasta 25 años.
De igual forma, Alberto Benítez, estudiante de Comunicación, comenta que formar una familia tradicional tampoco es una meta. Él ha tenido perros desde niño y ahora los cuida como una gran responsabilidad, a pesar de los gastos que esto implica, demostrando un compromiso con sus mascotas y su bienestar.