Un juez federal emitió este miércoles una orden que obliga al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) a implementar de inmediato cambios en las condiciones de detención de inmigrantes en el centro de procesamiento de Broadview, cerca de Chicago. La decisión responde a denuncias que señalaban que esta instalación operaba de manera opaca, con acceso limitado a asistencia legal y condiciones cuestionadas. La resolución, vigente hasta el 19 de noviembre, cita irregularidades como la falta de duchas funcionales, comparando las condiciones con las de un campo de concentración de la Segunda Guerra Mundial.
Entre las medidas ordenadas, ICE debe proveer a los detenidos en Broadview durante la noche una colchoneta limpia, ropa de cama y espacio adecuado para dormir. Además, las salas deben mantenerse limpias al menos dos veces al día y estos individuos deben tener acceso a jabón, toallas, papel higiénico, artículos de higiene bucal y productos menstruales, en caso de ser mujeres.
También se les garantiza el derecho a ducharse al menos cada dos días, acceder a baños limpios, recibir tres comidas diarias con una botella de agua potable en cada una, y conservar sus medicamentos recetados y cualquier otro que les entreguen familiares o abogados.
El juez ordenó que todos los detenidos tengan acceso a servicios telefónicos privados y gratuitos para comunicarse con sus abogados, asegurando la confidencialidad. Además, todos los recién ingresados deben recibir, lo antes posible, una lista de abogados que ofrecen asistencia legal gratuita en inglés y español, con servicios de interpretación cuando sea necesario.
Por último, la orden incluye que los detenidos en Broadview sean incorporados al Sistema de Localización en Línea de ICE, permitiendo su localización precisa desde su ingreso a la instalación.