Hace más de cien años, en la ciudad de Aguascalientes, sobre la calle Galeana en la colonia Obraje, se levantaba el antiguo Hospital Hidalgo. Este hospital, que en su tiempo fue un refugio para los enfermos, también se convirtió en un lugar de relatos sobrenaturales, entre ellas, la leyenda del soldado sin rostro.
La historia, narrada por la médico Alma Rosario García Hernández, resulta escalofriante. Según recuerda, hace aproximadamente doce años, un enfermero llamado Antonio, en horario nocturno, salió a una palapa adyacente para tomar aire. Allí, notó la presencia de un hombre vestido de soldado, sentado en silencio. Al acercarse y decirle “¡Ay, me asustó!”, el soldado respondió con un “Ajá”, sin moverse.
Lo que siguió fue aún más inquietante: cuando Antonio volvió a su lugar, notó que el soldado había levantado la cabeza y, para su horror, no tenían rostro. El miedo devastador los llevó a consultar si había algún paciente bajo custodia policial, pero la respuesta fue negativa. La figura del soldado sin rostro se convirtió en un símbolo de las almas atrapadas en aquel lugar.
Desde entonces, la leyenda del soldado sin rostro ha perdurado en la memoria de quienes han visitado o trabajado en el hospital. La historia sigue formando parte del imaginario local, recordando que en los pasillos del Hospital Hidalgo, el pasado y lo paranormal todavía resuenan con intensidad bajo la luz de la luna.
