El reality La Granja VIP concluyó su primera semana de transmisiones en TV Azteca con un éxito notable en audiencia y presencia en redes sociales. La participación de los llamados “granjeros” ha generado gran interés, memes y reacciones, convirtiéndose en tendencia digital desde sus primeros días al aire.
Entre los participantes destaca La Bea, una comediante que en un principio fue considerada una figura poco conocida para el público. Sin embargo, su carisma y humor han capturado la atención de los televidentes, logrando incluso salvarse de una eliminación tras ser nominada.
El interés por su vida personal ha ido creciendo entre los seguidores del programa. Hace tiempo, La Bea confesó haber sido diagnosticada con vitíligo, una enfermedad de la piel que le generó inseguridades en su infancia. "Desde los diez o doce años empezó a salir vitíligo en mi cuerpo", compartió.
Relató su proceso: "Fue un camino difícil, me daba pena que me vieran las manchas. Pensaba que ya no sería bonita y que la gente no me querría, que me rechazaría". Sin embargo, con el tiempo encontró una forma de superar esas inseguridades: "El amor propio y aceptar mi vitíligo fue un cambio radical. Me di cuenta de que si no me respeto y me amo a mí misma, nadie más lo hará. Los cambios internos son invisibles para los demás, pero tú los sientes y eso es lo más valioso".
El vitíligo es una condición tras la cual la pérdida de pigmento en la piel produce manchas blancas de diferentes tamaños y formas. Ocurre cuando los melanocitos, células encargadas de producir melanina, dejan de funcionar o mueren. La causa exacta aún no se comprende por completo, aunque se relaciona con factores autoinmunes, genéticos y ambientales. Afecta a personas de todas las edades, aunque suele manifestarse antes de los 30 años, empezando en áreas expuestas al sol como manos, cara y brazos, pero puede afectar cualquier parte del cuerpo, incluyendo cabello y mucosas.
El vitíligo no es contagioso ni causa dolor físico, pero puede afectar psicológicamente a quienes lo padecen debido a los cambios visibles en la piel. Actualmente, no existe una cura definitiva, aunque existen tratamientos que mejoran la apariencia de las lesiones.