La Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) informó que durante el mes de julio las precipitaciones pluviales en México disminuyeron un 21% en comparación con años anteriores, atribuyéndose este descenso a la presencia de la canícula, un fenómeno climático caracterizado por la menor nubosidad y lluvias durante medio verano.
Este fenómeno, conocido también como sequía intraestival, se presenta anualmente en varias regiones del país, elevando temporalmente las temperaturas, aunque no siempre alcanzan los picos máximos que suele registrar mayo, mes considerado como el más caluroso del año.
Según datos del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), junio de 2023 fue el mes más lluvioso desde 1941, con un superávit del 55.8% respecto a la media de 1991 a 2020. Sin embargo, del 1 al 29 de julio, las lluvias cayeron un 21% menos a nivel nacional, una caída que se vincula a la canícula y que podría extenderse parcialmente en agosto.
La disminución de las precipitaciones inició en la primera semana de julio, afectando principalmente el oriente, sureste, sur y algunas zonas costeras del occidente del país. En el Estado de México, aunque se registró una reducción gradual de las lluvias, esto no afectó la recuperación de las presas ni las áreas que estaban en condiciones de sequía inicial, ya que hasta mediados de julio, ningún municipio estatal presentaba condiciones de sequía o sequía extrema, según datos del SMN.
Para esta semana, se prevé en el Estado de México la presencia de chubascos de entre 0 y 25 milímetros y lluvias puntualmente fuertes de 25 a 50 milímetros a partir del jueves, lo que ocasionará un descenso en las temperaturas, principalmente durante las madrugadas. Entre las regiones donde se espera mayor nubosidad, posibilidades de lluvias y descargas eléctricas están Valle de Bravo, Tejupilco, Ixtapan de la Sal, Toluca, Lerma, Amecameca y Chimalhuacán.