
En febrero de 1993, Radiohead lanzó su primer álbum de estudio bajo el sello Parlophone, subsidiaria de EMI. Este álbum, titulado 'Pablo Honey', marcó el debut que llevó a la banda al éxito, destacando entre sus sencillos la canción 'Creep', que alcanzó una notable popularidad.
'Creep' se convirtió en un himno del rock alternativo, en parte por la historia que rodea su creación. Thom Yorke, con sólo 19 años y en sus días como universitario de Arte y Literatura, escribió la canción como reflejo de su vida.
La letra narra la historia de un joven en estado de ebriedad intentando llamar la atención de una mujer hermosa, enfrentando su baja autoestima que le impedía confesarle sus sentimientos. Sin embargo, los miembros de Radiohead revelaron que la inspiración para la canción fue otra: Jonny Greenwood explicó que Yorke había estado siguiendo a una chica atractiva durante años sin poder hablarle, y en su frustración la plasmó en esa composición.
Originalmente, 'Creep' fue incluida en el álbum por petición de los productores Paul Kolderie y Sean Slade, quienes consideraron que debía estar en el repertorio. Jonny Greenwood, inicialmente en desacuerdo, tocó un agresivo riff de guitarra para intentar sabotearla, pero esa misma acción terminó dando carácter y fuerza al sencillo.
Aunque fue lanzada en 1992, 'Creep' no alcanzó fama de inmediato, hasta que en Israel empezó a sonar, y posteriormente en países como España, Australia y Estados Unidos.
A pesar de su éxito, la banda no lo vivió con alegría. La repetición constante de la canción en las presentaciones provocaba que los integrantes se sintieran atrapados en un ciclo de cuatro minutos y medio sin fin. Yorke incluso llegó a considerar que la letra era un desastre y expresó su frustración en una entrevista con The Guardian, diciendo que trabajar en la canción fue 'como chuparle la v*rga al diablo'.
El impacto de 'Creep' fue tan intenso que, en varias ocasiones, Yorke mostró actitudes agresivas hacia los seguidores que insistían en que la tocaran, incluso llegando a insultarlos durante conciertos, como en uno en Ciudad de México donde les llamó 'retardados' por su insistencia.
Así, la canción que catapultó a Radiohead al éxito se convirtió también en fuente de conflicto y desilusión para la banda, que tardó más de un año y medio en recuperar su estado y su confianza como músicos.
Esta historia refleja cómo una canción puede convertirse en un símbolo de éxito, pero también en una carga emocional para quienes la crearon.