La difícil lucha por la seguridad en la producción de pirotecnia en San Mateo Tlalchichilpan

Por: Equipo de Redacción | 21/10/2025 15:31

La difícil lucha por la seguridad en la producción de pirotecnia en San Mateo Tlalchichilpan

En el municipio de San Mateo Tlalchichilpan, en el Valle de Toluca, existen aproximadamente 85 talleres dedicados a la elaboración de artefactos pirotécnicos, de los cuales al menos el 10 por ciento opera de manera clandestina o con permisos prestados, según reconoció el director de Protección Civil, Jaime Montes de Oca.

Pese a los esfuerzos de inspección y capacitación, algunos talleres evaden el control de las autoridades municipales y de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), responsable de otorgar los permisos. La mayoría de estas fábricas irregulares están ubicadas en zonas rurales, donde la vigilancia es más difícil y la producción aumenta en los meses cercanos a las festividades decembrinas.

Montes de Oca afirmó: “Serían unos diez o doce talleres que trabajan de forma clandestina; usan licencias prestadas para no pagar o simplemente eluden el registro. Nosotros promovemos la regularización, porque esto no se trata solo de un costo, sino de garantizar la seguridad. La pólvora es muy peligrosa y estamos atentos para evitar tragedias”.

En San Mateo Tlalchichilpan, los talleres formales suministran la mayor parte de los festejos de la región, incluyendo ferias patronales y celebraciones religiosas. Para los habitantes, los toritos de fuego representan más que un elemento festivo; son símbolo del trabajo comunitario y del legado de un oficio que ha perdurado a través del tiempo.

Las jornadas de producción comienzan en la madrugada, cuando los artesanos mezclan pólvora con papel y dejan secar las artesanías en el sol, preparadas para estallar. Montes de Oca resaltó que la misma pasión que mantienen por preservar la tradición también los impulsa a asumir ciertos riesgos. Por ello, el municipio realiza acompañamiento constante mediante cursos de prevención y protocolos de emergencia.

Estas capacitaciones incluyen instrucciones sobre evacuación, prevención de explosiones graves y acciones en casos de emergencias. Además, se recomienda contar con extinguidores, depósitos de agua y salidas seguras. Durante las festividades, el ayuntamiento despliega dos unidades de bomberos con una docena de elementos para garantizar la seguridad pública.

Durante las temporadas de mayor producción, sobre todo antes de diciembre y enero, protección civil, bomberos y autoridades estatales realizan inspecciones aleatorias para detectar talleres que operan en condiciones peligrosas, tales como almacenamiento de materiales sin control, mala ventilación o falta de permisos oficiales, incrementando así el riesgo de accidentes.

El funcionario aclaró que la finalidad no es sancionar de inmediato a los pirotécnicos, sino promover su registro formal ante la SEDENA y el ayuntamiento. Esto les permitiría acceder a capacitación, revisiones técnicas y apoyo institucional.

“Queremos que todos se registren, que trabajen legalmente y que entiendan que hay respaldo institucional. La fabricación de fuegos artificiales debe verse como una actividad que requiere orden y prevención, no como una amenaza”, subrayó.

Para obtener un taller pirotécnico legal, los artesanos deben tramitar un permiso general ante la SEDENA que autorice la fabricación, almacenamiento y venta de artificios. El proceso también lo complementa el Instituto Mexiquense de la Pirotecnia, que emite, de forma gratuita, una opinión favorable y ofrece cursos de seguridad.

El costo del permiso, que suele rondar los mil 800 pesos, puede variar según el tipo de actividad. Las autoridades estatales insisten en que esta inversión representa una garantía de seguridad para los productores y sus familias, priorizando la prevención y el orden en una actividad que, si se realiza de manera responsable, puede mantener viva una tradición cultural y económica.