La Laguna de Ojuelos, ubicada en el Ejido de San Luis Mextepec, en los municipios de Zinacantepec y Toluca, volvió a llenarse de agua durante el fin de semana debido a las recientes lluvias, a pesar de los intentos previos por secarla. Un recorrido realizado por El Sol de Toluca evidenció un evidente abandono de la zona, con pasto y maleza de hasta 40 centímetros, acumulación de basura y caminos en mal estado. La laguna, que en su mejor época alcanzaba 100 metros de diámetro y hasta cinco metros de profundidad, fue antaño un refugio para aves como patos canadienses y garzas, y un espacio popular para el turismo y convivencia familiar.
Desde hace años, la laguna enfrenta presiones derivadas de la construcción de un complejo comercial y disputas entre ejidatarios por el control del agua proveniente del Nevado de Toluca. Estas disputas han provocado incluso el cierre del suministro de agua hacia el cuerpo acuático. En la actualidad, solo quedan algunos vendedores ambulantes, pues la mayoría de los visitantes han desistido, informa Berenice Mendoza, vecina del lugar, quien lamenta el declive del espacio: “Antes veíamos a las familias convivir de manera cotidiana en el lugar, pero ahora solo quedan algunos vendedores y casi nadie lo visita, porque saben que desde hace tiempo se secó”. Además, señaló que las calles cercanas se encuentran en condiciones inseguras debido a las recientes precipitaciones.
El comercio informal ha aumentado en la zona, particularmente sobre la avenida Adolfo López Mateos, donde ofrecen desde plantas, frutas, ropa y adornos patrios, hasta artículos para mascotas y autos usados. El deterioro y la pérdida de la laguna, que fue un importante área natural y de recreación, reflejan el avance del abandono y los conflictos en la región, dejando un legado que preocupa a los habitantes y a quienes valoran este patrimonio natural.