Para enfrentar el rezago en movilidad urbana en Toluca, la capital mexiquense, el especialista en movilidad Gildardo Martínez Muñoz, egresado de la Universidad Autónoma del Estado de México, señala que se requiere la implementación de al menos cinco líneas troncales de Mexibús. La próxima línea, que recorrerá Zinacantepec hasta Lerma, es un paso importante, pero insuficiente, para modernizar el sistema de transporte en el Valle de Toluca.
Martínez Muñoz recordó que la calificación promedio de movilidad en el Estado de México es de 5.3 sobre 10, reflejando un servicio deficiente marcado por congestiones, falta de transporte y mala calidad en general. La construcción de la Línea VI, que tendrá 28.8 kilómetros, 44 estaciones y conectará con el Tren Interurbano México–Toluca, representa un avance significativo, aunque llega con retraso de más de una década.
El especialista destacó que este proyecto debe entenderse como la columna vertebral de un sistema de transporte más amplio. Asegura que Toluca necesita al menos cinco rutas más, incluyendo una que conecte de norte a sur y otras que respondan a las principales vialidades, para poder disminuir el caos vial.
El proyecto, con una inversión superior a los dos mil millones de pesos y un plazo de construcción de 18 meses, enfrentará desafíos técnicos, sociales y operativos, ya que habrá interferencias en las vialidades y será necesario que los usuarios se adapten a las nuevas reglas, como respetar paradas y señalización.
Para una segunda línea de Mexibús en Toluca, propone que esta inicie en el Mercado de Palmillas, en la carretera Toluca-Atlacomulco, siga por Isidro Fabela y concluya en la Zona Toluqueña-Tenango. Además, dice que la Línea VI servirá como prueba piloto para futuras líneas, pero que un sistema metro no es justificable en estas condiciones urbanas, ya que requiere una densidad mucho mayor y costos insostenibles.
El especialista resaltó que el Mexibús ofrece una solución moderna y viable, con beneficios similares en rapidez y cobertura, pero mayor accesibilidad y flexibilidad para el crecimiento urbano. Insistió en la necesidad de un plan maestro que contemple una reestructuración integral del transporte en el Valle de Toluca, integrando rutas troncales, alimentadoras, movilidad ciclista y conexión con el tren interurbano.
Según la encuesta de México Previene, el 26.4% de los mexiquenses considera el tráfico como el principal obstáculo en su movilidad, y más del 60% dedica demasiado tiempo a sus desplazamientos. Además, el 44.2% gasta entre 26 y 50 pesos diarios en transporte, una carga significativa para muchas familias.
Martínez Muñoz también resaltó que el costo del Mexibús, con 10 pesos por viaje, será 40% más bajo que la tarifa actual de los autobuses concesionados, que recientemente aumentaron a 14 pesos. Esto representa una opción más económica y justa socialmente, especialmente para los hogares.
Por otra parte, llamó a mejorar la capacitación y condiciones laborales de los operadores, ya que actualmente enfrentan presión que puede conducir a manejos riesgosos. La vigilancia y evaluación constante del sistema son esenciales para garantizar dignidad y seguridad en el servicio.
Estudios revelan que la infraestructura del transporte en el Estado de México está deteriorada, con saturación en horas pico, mantenimiento insuficiente y cobertura limitada, además de problemas de inseguridad. Sin una vigilancia efectiva y participación ciudadana activa, los proyectos no lograrán su propósito.
Finalmente, Muñoz enfatizó que la Línea VI del Mexibús debe ser solo el inicio de una transformación profunda. Para ello, Toluca necesita entre cuatro y cinco líneas troncales adicionales distribuidas en sus principales vialidades, con el fin de establecer un sistema moderno, ordenado, sustentable y que realmente mejore la calidad de vida de sus habitantes.