Toluca, conocida por sus volcanes, niebla y tradiciones, alberga también historias legendarias que han trascendido el tiempo. Entre ellas, destaca la del Cerro de la Teresona, una narración que combina misterio, tragedia y superstición, y que forma parte esencial de la identidad de los toluqueños, transmitiéndose de generación en generación.
Se cuenta que hace muchos años, en las faldas de este cerro, vivía Teresa, una mujer hermosa y adinerada que compartía su vida con su esposo Juan. Aunque poseían una gran riqueza, ambos enfrentaban una profunda tristeza: no podían tener hijos. Desolada, Teresa subió una noche a la cima del cerro y, en un acto de desesperación, ofreció su alma al diablo a cambio de convertirse en madre.
En una de las cuevas del cerro, se le apareció una bruja que le prometió cumplir su deseo a cambio de un pacto de sangre. Teresa aceptó sin dudarlo y, nueve meses después, dio a luz una niña de belleza excepcional, a quien crió con amor y devoción.
La felicidad fue efímera. Cuando la joven cumplió 15 años, Teresa la llevó al cerro para agradecer el milagro, pero en medio del recorrido, la adolescente se separó de su madre y desapareció sin dejar rastro. Teresa la buscó desesperadamente, gritando su nombre entre los árboles y rocas, pero nunca volvió a verla.
Afligida, Teresa regresó a su hogar y, sumida en el dolor, se quitó la vida. Desde entonces, los habitantes aseguran que su espíritu en pena ronda el Cerro de la Teresona, buscando a la hija que el diablo le arrebató.
Existen otras versiones de la leyenda. Algunas narran que la joven fue entregada al diablo como parte del pacto, mientras que otras relatan que heredó los poderes de la bruja y se convirtió en una de ellas, condenada a custodiar los secretos del cerro.
Hoy en día, quienes se atreven a subir al Cerro de la Teresona durante la noche afirman escuchar lamentos femeninos, risas lejanas y pasos que se desvanecen en la niebla. Algunos incluso han visto la silueta de una mujer vestida de blanco, con cabello suelto, que observa hacia la ciudad.
Este relato forma parte de una investigación realizada por estudiantes de Arquitectura, Diseño y Comunicación de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex), quienes buscan rescatar y difundir las leyendas que contribuyen a la identidad y alma de Toluca.
