La Organización de las Naciones Unidas (ONU) alertó este miércoles que, de mantenerse las restricciones impuestas por Israel a las organizaciones no gubernamentales (ONG) en Gaza, la mayoría de sus agencias humanitarias deberán suspender operaciones en septiembre. La advertencia fue emitida por el Equipo Humanitario de los Territorios Palestinos Ocupados, que alertó que, si no se toman medidas urgentes, para el 9 de septiembre o antes, las ONG internacionales en Gaza podrían verse obligadas a retirar a todo su personal internacional y a cesar la asistencia vital que brindan a los palestinos.
Entre las nuevas condiciones restrictivas impuestas por Israel, que también afectan a Cisjordania, se encuentra la obligación de enviar información sensible sobre empleados palestinos, además de posibles sanciones por críticas públicas a las políticas israelíes. Las agencias señalaron que, desde marzo pasado, estas instrucciones complican aún más sus operaciones. Asimismo, indicaron que muchas ONG no registradas ya enfrentan prohibiciones para enviar suministros a Gaza.
El pasado mes de julio, Israel rechazó solicitudes de 29 ONG para enviar ayuda humanitaria, argumentando que no estaban autorizadas. Estas políticas han impedido la entrega de medicamentos, alimentos y artículos de higiene, afectando especialmente a mujeres, niños, ancianos y discapacitados.
Las ONG internacionales también ofrecen apoyo fundamental a organizaciones palestinas, que dependen de ellos para obtener recursos, financiamiento y asesoría técnica. Sin esa cooperación, sus operaciones se verían severamente afectadas.
Según cifras de la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), entre el 27 de mayo y el 4 de agosto, en sitios de distribución militarizados gestionados por la Fundación Humanitaria de Gaza —organización respaldada por Israel— se reportaron 516 muertes y más de 10 mil heridos, en un contexto de convoyes de ayuda y distribución de recursos.
De acuerdo con la OCHA, el 90 por ciento de la ayuda recibida desde el 20 de julio ha sido saqueada por multitudes hambrientas o bandas armadas, lo que profundiza la crisis humanitaria en Gaza.
