Cerca del 2% de la población en México presenta esquizofrenia y el 3% trastorno bipolar, datos que resaltan la urgente necesidad de mejorar la atención psicológica en el país. Sin embargo, actualmente, solo el 2% del presupuesto nacional se destina a salud mental, comparado con el 6% en países como Chile.
Así lo señalaron Jared Salazar Alcántara, psicólogo clínico del Hospital General Regional (HGR) 220 del IMSS, y Maricarmen Rigal, fundadora de la organización Común a ti, quienes coincidieron en la importancia de implementar acciones multidisciplinarias. Ambas expertas destacaron la urgencia de integrar el tema en los sistemas educativos y en los hogares.
‘Es fundamental incluir conceptos de salud mental en primaria y secundaria, desde diferentes enfoques, porque actualmente no se les da la importancia adecuada. Necesitamos una mayor conciencia social para generar un impacto positivo’, afirmó Salazar Alcántara.
Durante el Día Mundial de la Salud Mental, el especialista del IMSS resaltó que la reflexión sobre este asunto debe ser constante y no limitarse a campañas aisladas. ‘Si bien las campañas en clínicas y hospitales son útiles, excluyen a quienes no acuden a estos espacios, que representan una gran parte de la población’, añadió.
Por ello, sugirió promover campañas de concientización en espacios cotidianos, dirigidas a docentes, padres de familia y directivos, para que distintos sectores sociales participen activamente en la lucha contra el estigma.
Salazar Alcántara también subrayó que los adultos son el grupo con mayor presencia de depresión y ansiedad, principalmente porque acuden con mayor regularidad a servicios de salud. Sin embargo, recalcó que esto no significa que sean los más afectados; todos pueden experimentar problemas de salud mental, aunque la percepción errónea de que acudir a estos servicios implica ‘locura’ perpetúa el estigma y limita la búsqueda de ayuda.
Ambos especialistas expresaron su preocupación por el bajo presupuesto asignado en México, que apenas alcanza el 2%, en comparación con el 6% en países como Chile. La situación se agravó tras la pandemia de Covid-19, que profundizó la demanda de atención psicológica y psiquiátrica.
Maricarmen Rigal resaltó que existe una gran demanda de apoyo, pero también una gran carencia de especialistas, programas de rehabilitación y redes de reintegración social. ‘Es esencial escuchar a quienes padecen trastornos mentales, ya que tienen derechos y necesitan ser atendidos’, afirmó.
A nivel global, cerca del 2% de la población tiene esquizofrenia y el 3% trastorno bipolar. Sin embargo, problemas como ansiedad y depresión también representan una carga grave. Se estima que al menos una de cada cuatro personas enfrenta alguna condición de salud mental, pero la inversión en esta área sigue siendo insuficiente, con escasez de programas efectivos y normas éticas claras.
Finalmente, Rigal lamentó que los medicamentos psiquiátricos tengan costos elevados, que en ocasiones superan los mil 500 pesos por caja, dificultando el acceso especialmente para quienes no están afiliados a instituciones públicas de salud y enfrentan cuadros graves de psicosis.