
La Unión Europea (UE) está desarrollando un mecanismo financiero destinado a otorgar a Ucrania un préstamo de 160 mil millones de dólares, respaldado por activos rusos que permanecen congelados desde 2022 en instituciones como Euroclear en Bruselas. La iniciativa busca que estos fondos se destinen principalmente a la compra de armamento europeo, fortaleciendo el apoyo militar a Kiev.
La Comisión Europea está coordinando la estructura legal y logística del esquema. Según documentos oficiales, Ucrania solo asumiría la devolución del préstamo si Rusia realiza pagos por reparaciones de guerra; en caso de negativa o si se levantaran sanciones, la UE se responsabilizaría de reembolsar los fondos adelantados. Bélgica ha solicitado garantías compartidas entre todos los Estados miembros para distribuir el riesgo financiero.
El Parlamento Europeo ha señalado que el préstamo forma parte de un paquete más amplio, que busca movilizar hasta 210 mil millones de dólares en activos rusos congelados tras la invasión a Ucrania. Los intereses generados, cerca de 3.500 millones de dólares anuales, fortalecerían la sustentabilidad del programa.
Entre las opciones consideradas figura destinar una parte del préstamo a la compra de armamento estadounidense, si Washington continúa apoyando a Kiev. Esta propuesta, impulsada por Francia, busca que la cooperación internacional complemente la iniciativa europea.
Asimismo, la Comisión Europea ha instado a países del G7, Reino Unido y Canadá, a implementar mecanismos similares en sus jurisdicciones para sostener la reconstrucción y defensa de Ucrania.
De aprobarse en la próxima cumbre europea, la UE finalizará el marco legal y operativo del fondo y empezará la movilización de los activos rusos congelados para beneficiar a Ucrania. Estas acciones se enmarcan en una creciente presión internacional por mantener y fortalecer el respaldo militar a Kiev.
En este contexto, en Washington, el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, se reunió con su homólogo estadounidense, Donald Trump, en una charla que centró la atención en la posible transferencia de misiles de crucero Tomahawk a Ucrania, considerados vitales para responder a las ofensivas rusas y proteger infraestructuras civiles.
Trump expresó incertidumbre sobre la entrega de estos misiles, argumentando que ello podría afectar la capacidad de respuesta de Estados Unidos. Zelensky, por su parte, condenó los ataques rusos contra civiles y anunció intensificar gestiones diplomáticas para lograr nuevas sanciones y mayor apoyo en recursos militares.
La iniciativa de la UE y las discusiones en Estados Unidos reflejan la prioridad internacional de sostener la resistencia ucraniana frente a la agresión rusa. (Con información de AFP)