Por primera vez en los últimos tres años, el Valle de Toluca experimentó dos meses consecutivos con buena calidad del aire, gracias a las lluvias que han mejorado la situación ambiental. Según datos de la Red Automática de Monitoreo Atmosférico (RAMA) de la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible del Estado de México, durante mayo y junio no se superaron los niveles permitidos de contaminantes como las partículas menores a 10 micras (PM10) y menores a 2.5 micras (PM2.5), que habitualmente deterioran la calidad del aire.
Este escenario sin precedentes no se registraba en ninguno de los primeros seis meses de 2023 ni de 2024, siendo este último el año con mayor contaminación atmosférica en los registros de la RAMA para la región.
Aunque en 2025 en los meses de mayo y junio no se excedieron los niveles de PM10 y PM2.5, sí se presentaron incrementos en los niveles de ozono, con 13 días de rebasamiento en mayo y 6 en junio.
Durante 2025, en marzo se registraron excedentes en niveles de PM10 y PM2.5 en todos los días del mes, además de siete días con altos niveles de ozono. En febrero, casi todos los días —26 de 28— superaron los límites de PM10, y 25 también rebasaron los de PM2.5, con cinco días con exceso de ozono. Enero también arrojó niveles elevados de ozono en seis días, y casi en todos los días del mes se superaron los límites de partículas contaminantes.
La situación empezó a mejorar en abril de 2025, tras las primeras precipitaciones anuales, con solo siete días fuera de norma en PM10 y diez en PM2.5, aunque permanecieron 15 días con niveles altos de ozono.
La temporada de lluvias, que suele extenderse de mayo a noviembre, ayuda a disminuir la contaminación, aunque diciembre suele registrar contingencias ambientales por quema de pirotecnia durante festividades.
El primer semestre de 2024 fue especialmente crítico, siendo el período más contaminado en los últimos años. En ese año, los niveles de partículas y ozono rebasaron sistemáticamente los límites permitidos en la mayor parte de los días hasta junio, con enero y febrero alcanzando casi el total de días con excedentes. En marzo y abril, la problemática persistió, además, en mayo se registró el pico de contaminación, con todos los días del mes con niveles de partículas contaminantes en exceso.
A partir de junio de 2024, con la llegada de lluvias, hubo una notable mejoría, con menos días por encima de los límites permitidos, un signo alentador para la salud pública y el medio ambiente en el Valle de Toluca.