
La presidenta del Museo del Louvre, Laurence des Cars, admitió este miércoles que el sistema de videovigilancia en el exterior del establecimiento es 'muy insuficiente', apenas tres días después del audaz robo de ocho joyas valoradas en más de 100 millones de dólares. Este incidente, que ocurrió en el museo más visitado del mundo, reavivó el debate sobre las medidas de seguridad en los museos de Francia.
Des Cars compareció ante una comisión del Senado para explicar cómo fue posible el robo, que duró solo ocho minutos. Aunque las alarmas funcionaron correctamente, la responsable señaló que las cámaras exteriores están obsoletas y no cubrían adecuadamente todas las fachadas, en particular el lado de la galería de Apolo, donde solo una cámara apuntaba hacia el oeste y no pudo captar el balcón afectado.
La directora, quien asumió en 2021 como la primera mujer al frente del Louvre, solicitó la instalación de 'una comisaría de policía' dentro del museo y propuso reforzar la seguridad en las inmediaciones y en la calzada. Además, describió el robo como 'una inmensa herida' y mencionó que presentó su dimisión al gobierno, la cual fue rechazada.
El incidente ha provocado un renovado debate sobre la seguridad del museo, que en 2022 recibió nueve millones de visitantes, en su mayoría extranjeros. Ante ello, el presidente Emmanuel Macron ordenó 'acelerar' las acciones para fortalecer las medidas de protección, en medio del proceso de reapertura tras cerrar sus puertas desde el domingo.
Los hechos se registraron justo después de la apertura, cuando un grupo de cuatro delincuentes utilizó un montacargas para entrar en la galería de Apolo, robar nueve joyas —incluyendo una diadema de perlas de la emperatriz Eugenia y un conjunto de collar y pendientes de zafiros de la reina María Amelia— y abandonar una corona en su huida.
La policía continúa buscando a los sospechosos, que lograron obtener el montacargas mediante un 'seudolquiler' para una supuesta mudanza, según la fiscal de París, Laure Beccuau. La investigación, en la que participan más de un centenar de agentes, avanza y está divulgando detalles del robo conforme se profundizan las pesquisas.
Asimismo, la fiscal señaló que el valor de los daños para el Louvre asciende a 88 millones de euros (102 millones de dólares), una cifra significativa, aunque pidió no compararla con la pérdida cultural. Los ladrones, advirtió Beccuau, no obtendrán el beneficio si intentan fundir las joyas.
Mientras tanto, los turistas comenzaron a ingresar al museo a partir de las 09:00 horas, aunque la galería de Apolo permanecía cerrada y con paneles que bloqueaban la vista, mientras el personal solicitaba a las visitas que siguieran su recorrido.
Este robo en el Louvre es uno de una serie de incidentes similares en museos franceses en los últimos días, incluyendo el robo de monedas antiguas en un museo de Langres, muestras de oro en el Museo de Historia Natural de París, y piezas valiosas en museos de Limoges, en un contexto de vulnerabilidad que preocupa a las autoridades y al sector cultural.