El senador y jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Marco Rubio, volvió a acusar al gobierno del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, de ser 'una organización criminal'. Estas declaraciones las hizo durante la firma de un acuerdo con Paraguay, en medio de las tensiones por el narcotráfico en la región. A preguntas de la prensa, Rubio no negó el despliegue de fuerzas navales estadounidenses en el Caribe para combatir a los cárteles de la droga, y afirmó que la amenaza de estas organizaciones es una preocupación para la seguridad nacional de Estados Unidos, ya que operan con impunidad en aguas internacionales, exportando veneno que destruye comunidades y mata a personas allí y en el país. Por su parte, el ministro de Interior venezolano, Diosdado Cabello, rechazó esas acusaciones y afirmó que el único cártel que opera a la vista de todos es la Administración para Control de Drogas (DEA) de Estados Unidos. Además, aseguró que Venezuela también realiza despliegues en el Caribe, en su territorio y aguas territoriales. La semana pasada, medios estadounidenses informaron que el expresidente Donald Trump ordenó a las fuerzas armadas combatir a los cárteles latinoamericanos catalogados como organizaciones terroristas globales. Rubio afirmó que estos grupos serán enfrentados, aunque no detalló cómo, y mencionó que algunos utilizan el espacio aéreo para transportar drogas a Estados Unidos. También comentó que países cooperan con Estados Unidos en esta lucha, aunque hay algunos que no colaboran. Tras el incremento a 50 millones de dólares de la recompensa por información que permita detener a Nicolás Maduro, Rubio aseguró que el gobierno venezolano no es legítimo y que Maduro es una organización criminal que ha tomado control del país y amenaza a las compañías petroleras en Guyana. La Secretaria de Justicia de EE. UU., Pam Bondi, también acusó a Maduro de facilitar el tráfico de drogas a través de un supuesto puente aéreo desde Venezuela a Honduras, Guatemala y México, intercambiando dinero por sobornos y armas. Por su parte, los gobiernos de Guatemala y Honduras rechazaron esas acusaciones y manifestaron que no permiten el uso de su espacio aéreo por redes criminales, además de recordar que no reconocen la legitimidad del gobierno de Maduro.