El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, tiene previsto visitar México en un 'futuro muy próximo', confirmó este lunes el subsecretario de Estado, Christopher Landau, durante una rueda de prensa telefónica. Landau, quien la semana pasada estuvo en Ciudad de México y sostuvo reuniones con la presidenta del país, Claudia Sheinbaum, mencionó que estos encuentros sirvieron para preparar la próxima visita del jefe de la diplomacia estadounidense, quienes podrían ser acompañados por otros altos funcionarios del gobierno. Aunque aún no hay una fecha exacta, se espera que el viaje se realice en breve.
En febrero, una delegación mexicana encabezada por el canciller Juan Ramón de la Fuente visitó Washington para reunirse con la administración de Donald Trump, y ahora se anticipa una visita similar a la capital mexicana.
El subsecretario Landau, exembajador en México durante el mandato de Trump (2017-2021), calificó su encuentro con Sheinbaum como una conversación de 'respeto mutuo'. Además, destacó que ya conocía a la mandataria desde su etapa como alcaldesa de Ciudad de México y afirmó que mantienen una buena relación.
Landau resaltó que ambos países enfrentan 'los mismos retos' en cuestiones de seguridad y lucha contra los cárteles del narcotráfico. Aunque reconoció que la migración irregular ha disminuido de manera significativa, advirtió que aún existe trabajo pendiente.
El funcionario subrayó que la conversación se llevó a cabo en un ambiente de respeto mutuo y reconocimiento a la soberanía de ambas naciones, manifestando un optimismo sobre la futura cooperación.
'Creo que habrá mayor cooperación que nunca. Salí bastante optimista de las reuniones. Creo que hay voluntad en ambos lados de la frontera para enfrentar de manera conjunta esos retos, porque son retos compartidos', expresó.
Tras la llegada de Trump al poder, Estados Unidos amenazó con imponer aranceles a todas las importaciones de México y Canadá si estos países no tomaban medidas efectivas contra el tráfico de fentanilo y los flujos migratorios hacia Estados Unidos. Como respuesta, la presidenta Sheinbaum desplegó miles de efectivos de la Guardia Nacional en las fronteras.