Médico de familia rechaza incentivos por reducción de listas de espera: 'La salud no es una carrera de puntos'

Por: Equipo de Redacción | 05/11/2025 01:01

Médico de familia rechaza incentivos por reducción de listas de espera: 'La salud no es una carrera de puntos'

La problemática de las listas de espera en la sanidad pública española persiste desde hace años, generando una saturación que afecta tanto a la atención primaria como a la hospitalaria. Según el último Barómetro Sanitario del CIS, la población espera en promedio 8,8 días para consultar a su médico de cabecera, y un 24% de quienes necesitan atención deben esperar más de 11 días o ni siquiera logran agendar una cita.

Esta saturación en atención primaria provoca que muchos pacientes acudan a urgencias, aumentando la presión sobre el sistema sanitario. Además, quienes logran cita con su médico y son derivados a especialistas enfrentan una espera mínima de cuatro meses.

Ante este panorama, algunas comunidades autónomas intentan mejorar la situación mediante incentivos económicos para los profesionales que logren reducir las listas, pero no todos los médicos están de acuerdo con estas medidas. La Comunidad Valenciana, por ejemplo, ofrece primas adicionales a finales de año si las listas de espera se reducen a menos de cinco días o si disminuye el gasto farmacéutico en el segundo semestre.

Estas propuestas no han sido bien recibidas por todos los profesionales. Dani G. Tobías, médico de familia en Barcelona y divulgador en redes sociales, critica duramente los incentivos basados en la productividad. En su cuenta de TikTok (@consultaabierta), señala que “la medicina no se mide en minutos ni en euros, porque cuando la consulta se convierte en una carrera, el que pierde siempre es el paciente. Porque curar no es competir”.

Tobías explica que “organizar la sanidad en rankings y puntos es una falta de respeto a los profesionales y un riesgo para la salud pública”. Para él, “queremos dedicar tiempo a las personas, no a los puntos”, y advierte que “ahorrar en salud no siempre es una buena noticia”. La principal preocupación es que convertir el trabajo médico en un juego de métricas pueda poner en peligro la calidad de la atención y el bienestar de los pacientes.