Un enorme bache en la carretera Toluca-Tejupilco, a la altura del kilómetro 57, representa un peligro para los automovilistas que circulan en dirección al sur del Estado de México. El hoyo, con una profundidad aproximada de 39 centímetros y un perímetro que supera el metro, ha obligado a los conductores a realizar maniobras peligrosas para evitar caer en él.
El pasado fin de semana, personal de El Sol de Toluca estuvo en el lugar y observó cómo los vehículos frenaban metros antes para esquivar el bache, lo cual podría derivar en accidentes. Muchos conductores prefieren arriesgarse a pasar sobre la zona en lugar de detenerse, pues temen dañar sus neumáticos o causar un daño mayor a sus vehículos.
Un conductor que transitaba por la zona declaró: “Ahorita caemos y a lo mejor la llanta termina ponchada”. Por su parte, las unidades pesadas, como camiones y autobuses, cruzan sobre el agujero; aunque sus neumáticos son grandes y el agua cubre la parte baja, estos parecen perder momentáneamente el equilibrio, pero logran retomar la estabilidad rápidamente.
Los transportistas prefieren pasar sobre el bache para evitar fracturas en sus unidades, lo cual podría generar gastos millonarios que deben afrontar sin previsión. Algunas áreas cercanas, como antes de la desviación hacia Valle de Bravo, que estaban llenas de hundimientos, ya fueron reparadas por personal del gobierno federal.
Desde enero de 2025, las labores de bacheo han estado en marcha para reparar esta vialidad, que desde el año pasado presentaba múltiples oquedades dificultando el tránsito y haciendo peligroso pasar. Afortunadamente, la mayor parte de la carretera que conecta el centro y el sur del Estado de México con otras entidades del país se mantiene en buenas condiciones, aunque la preocupación persiste en los tramos afectados.