El joven que atentó contra el senador y precandidato presidencial colombiano Miguel Uribe Turbay fue sentenciado este miércoles a siete años de prisión por homicidio en grado de tentativa y posesión de armas de fuego. La Fiscalía informó que el menor, de 15 años y cuya identidad se mantiene reservada, deberá cumplir su condena en un centro especializado en atención a menores.
El adolescente fue capturado en flagrancia en Bogotá el 7 de junio, momentos después del ataque contra Uribe Turbay, ocurrido en un mitin en el barrio Modelia, en el que el político resultó gravemente herido en la cabeza y posteriormente falleció el 11 de agosto. La rápida judicialización se debió a que el proceso fue tramitado bajo el Sistema de Responsabilidad Penal para Adolescentes, que juzga a jóvenes de 14 a 18 años con penas máximas de ocho años.
El abogado Víctor Mosquera, que representa a la familia del senador, manifestó que "bajo la Ley de Infancia y Adolescencia se impuso una de las penas más altas al menor", aunque lamentó que dicha sanción no compense el daño y el dolor ocasionados, además de criticar que la ley podría favorecer que crímenes sean cometidos por menores sin una consecuencia efectiva.
Según la Fiscalía, el menor fue instigado a realizar el ataque en un vehículo conducido por Carlos Eduardo Mora González, uno de los seis detenidos en relación con el crimen, quien también está acusado de coordinar el atentado. Elder José Arteaga Hernández fue quien entregó la pistola Glock 9 milímetros al adolescente. Tras el disparo, el joven huyó a pie y fue detenido por personal de seguridad del candidato, siendo posteriormente judicializado.
El juez de control dictó la sentencia en primera instancia, y la resolución puede ser apelada por las partes. La fiscal general de Colombia, Luz Adriana Camargo, indicó que el crimen fue considerado un magnicidio debido a la relevancia política de Uribe Turbay, y confirmó que los autores materiales y quienes planificaron el ataque ya están en justicia. Las autoridades continúan buscando a los autores intelectuales, con sospechas apuntando a la disidencia de las FARC conocida como Segunda Marquetalia.
Este hecho, a menos de un año de las elecciones presidenciales de 2026, ha reavivado la preocupación en el país sobre la violencia política, rememorando los asesinatos de tres candidatos en 1990. El gobierno ha realizado varias reuniones de seguridad para analizar los avances en la investigación y prevenir futuros incidentes.