El municipio de Nariño, en el Oriente antioqueño, está sumido en la consternación tras el asesinato de un menor de 13 años ocurrido en la vereda La Balsora, hecho atribuido a integrantes del Clan del Oriente, grupo delincuencial con presencia en la región.
El gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, anunció públicamente que la administración departamental ofrece una recompensa de hasta 500 millones de pesos para identificar y capturar a los responsables.
La noche del 18 de octubre, al menos tres hombres encapuchados, armados y vestidos con camuflaje irrumpieron en una vivienda de la vereda La Balsora, donde se encontraba el menor junto a su familia. Según informes preliminares de las autoridades locales, los agresores portaban armas cortas y largas, y exhibían brazaletes asociados a las disidencias de las Farc.
Testigos consultados por la Policía indicaron que los atacantes preguntaron por una persona en la vivienda, ingresaron a la fuerza y dispararon contra el baño donde estaba el adolescente, identificado posteriormente como Jhon Jarol Obregón Yepes. El disparo fue mortal de manera instantánea, según informó el coronel Óscar Mauricio Rico Guzmán, comandante de la Policía en Antioquia. La familia recibió atención psicosocial y acompañamiento de los organismos pertinentes.
Antes del ataque, los mismos asaltantes habrían cometido un robo en una estación de servicio entre las veredas La Libertad y El Recreo, con la sustracción aproximada de 3 millones de pesos en efectivo. Durante su huida, abrieron fuego contra diferentes objetivos, incluyendo una “chiva” (vehículo de transporte público) y la vivienda afectada por la bala fatal.
Las autoridades manejan la hipótesis de que el homicidio está vinculado al tráfico de estupefacientes en la región, donde el Clan del Oriente, clasificado por la Policía como un Grupo Delincuencial Organizado (Gdco), disputa controles de corredores estratégicos utilizados para actividades ilegales de narcotráfico y extorsión.
El gobernador Rendón hizo un llamado a la ciudadanía, ofreciendo una recompensa de hasta 500 millones de pesos para ayudar a detener a estos criminales. En su mensaje en la red X, dijo: “La comunidad sabe quiénes son. Ayúdennos, con absoluta reserva, a eliminarlos de encima”.
La Policía y la Fiscalía llegaron a la zona para realizar inspecciones, recopilar pruebas y avanzar en la judicialización de los autores materiales e intelectuales del crimen. Además, la Gobernación solicitó apoyo reforzado de la fuerza pública y mantiene la oferta de la recompensa. Ya fue identificado uno de los presuntos implicados, aunque aún no ha sido detenido.
El asesinato de Jhon Jarol Obregón Yepes ha conmocionado a la comunidad de Nariño, reviviendo el debate sobre la violencia derivada de la disputa entre grupos armados en el Oriente antioqueño. Estos hechos se enmarcan en una serie de acciones violentas y delictivas que afectan principalmente a la población rural.
La madre del menor, Gladys Pérez, recibe acompañamiento psicosocial y medidas de seguridad adicional por parte de las autoridades. El comandante Rico Guzmán reiteró el rechazo total al homicidio y aseguró que trabajarán arduamente para detener y juzgar a los responsables.
Finalmente, la Gobernación recalcó que la colaboración ciudadana será fundamental para capturar a los implicados, destacando que “la comunidad sabe quiénes son” y haciendo un llamado a proporcionar información confidencialmente.