Un grupo de migrantes, entre ellos dos cubanos y un mexicano, que Estados Unidos intentó expulsar a Sudán del Sur, se encuentra actualmente en Yibuti, África, tras un fallo judicial. El expresidente Donald Trump expresó su consternación por la situación y calificó a los migrantes como “monstruos”.
El gobierno estadounidense informó que envió a estos ocho migrantes condenados por delitos violentos a Sudán del Sur, país en guerra y bajo advertencia de viaje del Departamento de Estado, después de que sus países de origen se negaron a acogerlos. Entre los deportados están Enrique Arias Hierro, cubano acusado de homicidio y robo a mano armada, y José Manuel Rodríguez Quiñones, condenado por intento de asesinato y tráfico de cocaína, según el Departamento de Seguridad Interior.
También figura el mexicano Jesús Muñoz Gutiérrez, sentenciado a cadena perpetua por asesinato, junto con dos birmanos, un vietnamita, un laosiano y un sursudanés, detalló la autoridad.
Un juez federal de Boston, Brian Murphy, determinó que esta expulsión viola una de sus decisiones previas, ya que no se brindó tiempo suficiente a los migrantes para defender sus casos. En su red social Truth Social, Trump criticó duramente la resolución y el fallo judicial, acusando a los jueces de actuar en contra de la ley y justificando su política migratoria.
El magistrado señaló que, para ser deportados a un tercer país, los migrantes debían ser notificados y contar con al menos diez días para apelar, conforme a la Convención de las Naciones Unidas contra la Tortura. Además, ordenó que seis de los migrantes puedan solicitar un amparo alegando miedo a ser torturados o maltratados en un país tercero, y si el Departamento de Seguridad Interior estima que el temor es infundado, aún deben concederles al menos 15 días para solicitar revisión.
El juez también estableció que el gobierno puede decidir si trae a los migrantes de vuelta para realizar el proceso o si se realiza en el lugar donde se encuentran, bajo supervisión de agentes del Departamento de Seguridad Interior.
Por otro lado, Trump se quejó de haber tenido que dejar en Yibuti a varios agentes del Servicio Federal de Inmigración (ICE), encargados de custodiar a los migrantes expulsados, país limitrofe a Etiopía, Eritrea y Somalia.