El gobierno federal y el sector privado establecieron una estrategia para enfrentar el arancel del 50% impuesto por EE.UU. al acero y aluminio, vigente desde el 4 de junio, considerado por México como injusto y perjudicial. La Canacero, que agrupa a las acereras mexicanas, advirtió que la medida afecta la cadena de valor en Norteamérica y que las exportaciones a EE.UU. cayeron 50% en abril y mayo, situación que podría agravarse y aumentar el superávit comercial estadounidense en productos de acero, estimado en 4 mil millones de dólares. La presidenta Claudia Sheinbaum y el secretario Marcelo Ebrard sostuvieron reuniones con líderes empresariales para evaluar y definir acciones inmediatas. Sheinbaum afirmó que la prioridad es proteger los empleos. Ebrard anunció que el gobierno mexicano presentará una solicitud formal este viernes para ser excluido del arancel, igual que el Reino Unido, y si no hay respuesta favorable, adelantó un “plan B” que se dará a conocer el lunes.