
La comunidad de Santiaguito Coauxustenco, ubicada a poco más de 20 kilómetros de Toluca, celebra entre julio y agosto su festividad más importante en honor a Santiago Apóstol. A pesar de que muchos de sus habitantes han emigrado, principalmente a Canadá, siguen manteniendo viva su identidad y tradiciones.
‘Los hombres principalmente se van a Canadá y ellos envían dinero para arreglar la iglesia, los castillos y la pirotecnia’, explicó Marcos, habitante del municipio. Para quienes viven en el extranjero, la distancia no representa un obstáculo para contribuir; su apoyo se refleja en aportaciones económicas y en su presencia simbólica durante los festejos.
‘Nuestro santito es muy milagroso, ha ayudado a las personas a llegar a otros países, y para agradecer, siguen enviando un poco de dinero, porque saben que se usa bien’, contó Julia, residente de la comunidad.
Incluso algunos migrantes vuelven a la comunidad para participar en las festividades con música, baile y reencuentros con amigos de toda la vida. Uno de los momentos más esperados es el tradicional paseo en caravana, donde los retornados adornan camionetas provenientes de Canadá y recorren las principales calles del pueblo, repartiendo dulces, saludando con alegría y reencontrándose con antiguos conocidos.
‘Falta que pasen los de las camionetas, los que vienen del otro lado’, comentó una mujer entre los asistentes al paseo del 20 de julio.
Para los migrantes, contribuir con dinero a la fiesta es motivo de orgullo, pues sienten que su esfuerzo ayuda a mantener viva una tradición comunitaria. ‘No lo vemos como una obligación, sino desde el corazón; cuando das así, se multiplica’, expresó uno de ellos.
El espíritu de colaboración es una constante en Santiaguito Coauxustenco. Profesionistas, mujeres solteras, padres de familia y jóvenes sin ingresos formalizan su apoyo desde distintas maneras: los profesionistas donan para la restauración de la iglesia y la preparación de los toritos, las mujeres solteras aportan cuotas, y los padres también contribuyen.
La participación comunitaria trasciende lo económico, pues los jóvenes colaboran en la logística y en la decoración, demostrando que toda la comunidad se une para engrandecer sus celebraciones y fortalecer su identidad cultural.