
El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, expresó claramente su respaldo al mandatario colombiano Gustavo Petro en medio de la tensión diplomática ocasionada por los señalamientos del expresidente Donald Trump contra la política antidrogas del Gobierno colombiano. A través de su cuenta de X, Díaz-Canel condenó lo que calificó como una nueva muestra de intervención de Washington en los asuntos internos de América Latina y el Caribe.
"Querido presidente Gustavo Petro, los pueblos de Nuestra América están contigo y con Colombia. Rechazamos la injerencia y las falacias del Gobierno de EE. UU. que intenta reimponer la Doctrina Monroe en sus relaciones con las naciones soberanas de la región", escribió el mandatario cubano, acompañando el mensaje con una fotografía de ambos líderes en una reunión en La Habana, durante los diálogos de paz entre el Gobierno colombiano y el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
El respaldo de Díaz-Canel no fue el único desde Cuba. El ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, también manifestó su apoyo a Petro y criticó la postura del Gobierno estadounidense hacia Colombia. "Frente a la arremetida imperialista, expresamos solidaridad con el presidente Gustavo Petro y Colombia. Las declaraciones del Gobierno de EE. UU. constituyen una amenaza a la soberanía colombiana y buscan interferir en sus asuntos internos", expresó en su cuenta de X.
Estas declaraciones se interpretan como un mensaje directo al exmandatario Donald Trump, quien recientemente acusó a Petro de ser "el peor presidente que ha tenido Colombia" y de padecer "problemas mentales". Estas palabras aumentaron las tensiones diplomáticas entre EE. UU. y Colombia, en medio de un intercambio de declaraciones polémicas. Petro, en una entrevista con Univisión, afirmó que "la humanidad tiene una primera salida y es cambiar a Trump, de diversas maneras, puede ser por el mismo Trump, la más fácil. Si no, sacar a Trump", lo que generó rechazo en sectores conservadores estadounidenses. Algunos legisladores republicanos, como Carlos Giménez, calificaron a Petro como "una amenaza real a la seguridad del hemisferio" y pidieron revisar las relaciones bilaterales.
Mientras tanto, el Gobierno colombiano no ha respondido oficialmente a los señalamientos de Trump, aunque ha reiterado su compromiso con una política exterior independiente y regionalista. La postura de Cuba y otros aliados en la región, como Venezuela y Nicaragua, fue vista como una crítica a lo que perciben como esfuerzos de Washington por retomar control político en América Latina.
Analistas internacionales señalaron que las declaraciones de Díaz-Canel profundizan las divisiones ideológicas en el continente y pueden agudizar las tensiones diplomáticas, especialmente en un escenario donde una posible administración de Donald Trump en Estados Unidos podría intensificar dichas confrontaciones.
Gustavo Petro ha mantenido una relación estrecha con Cuba, que ha sido facilitador importante en el proceso de paz con el ELN y un mediador en conflictos regionales. Sin embargo, las recientes expresiones en apoyo de Díaz-Canel y su canciller ocurren en un contexto de dificultades diplomaticas entre Colombia y EE. UU., en un momento en que la disputa política entre Petro y Trump cobra relevancia internacional.
Mientras la Casa Blanca permanece en silencio respecto a las críticas desde La Habana, expertos coinciden en que este enfrentamiento marca un nuevo capítulo en las relaciones interamericanas, con Cuba emergiendo como un actor clave en la dinámica regional.