Opositores al presidente Donald Trump se reúnen este sábado en varias ciudades de Estados Unidos y Canadá en una serie de manifestaciones convocadas bajo el lema 'No a los Reyes'. Estas protestas ocurren meses después de una jornada en la que millones de personas salieron a las calles para denunciar las acciones del mandatario.
El movimiento 'No Kings' —que agrupa a unas 300 organizaciones— denuncia que Trump aspira a concentrar todo el poder, a lo que reaccionan con firmeza: 'El presidente cree que su poder es absoluto. Pero en Estados Unidos no tenemos reyes y no cederemos ante el caos, la corrupción y la crueldad', afirma en su sitio web.
Más de 2,700 protestas están programadas a nivel nacional, desde grandes metrópolis como Washington, Chicago, Atlanta y Boston, hasta localidades pequeñas en todos los estados y en algunas regiones de Canadá. Incluso cerca de la residencia de Trump en Mar-a-Lago, Florida, donde el mandatario pasará el fin de semana, se esperan movilizaciones. Los organizadores anticipan una participación masiva.
Las manifestaciones siguen al gran día de protesta del 14 de junio, cuando tras la orden del despliegue de tropas en Los Ángeles, miles de personas salieron a las calles en respuesta a la percepción de autoritarismo en sus acciones, la más multitudinaria desde que Trump volvió a la Casa Blanca en enero.
En junio, Trump prometió utilizar una fuerza 'muy grande' si los manifestantes intentaban interrumpir el desfile militar en Washington, DC, y desde entonces ha ampliado el despliegue militar en varias ciudades, una medida que ha generado rechazo entre sus críticos.
La respuesta del mandatario a las protestas de este sábado ha sido moderada. En entrevista con Fox News, afirmó: 'Dicen que se refieren a mí como un rey. No soy un rey'. Sin embargo, algunos dirigentes republicanos han sido más agresivos, como el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, quien calificó la jornada como una manifestación de 'Odio a Estados Unidos' y acusó a los organizadores de incluir 'marxistas, socialistas, defensores de Antifa, anarquistas y al ala pro-Hamás del Partido Demócrata de extrema izquierda'.
Por su parte, el congresista demócrata Glenn Ivey defendió las protestas, diciendo que representan una respuesta a las acciones del gobierno: 'Es una respuesta a lo que han estado haciendo: socavar el país, destruir el Estado de derecho y socavar nuestra democracia'.
Además de las grandes ciudades como Washington, Boston y Chicago, se esperan movilizaciones en pueblos pequeños de todos los estados, e incluso en Canadá. La activista Deirdre Schifeling, de la Unión Americana de Libertades Civiles, señaló que los manifestantes quieren dejar claro que 'somos un país de iguales'.
Leah Greenberg, del Proyecto Indivisible, criticó los métodos de la administración Trump, como el envío de la Guardia Nacional, la represión a migrantes ilegales y la persecución a opositores políticos, calificándolos como 'el manual clásico del autoritarismo: amenazar, difamar y mentir'. Añadió: 'No nos dejaremos amedrentar'.
El actor Robert De Niro, conocido crítico del mandatario, hizo un llamado a movilizarse: 'Nos estamos levantando nuevamente esta vez, alzando nuestras voces de manera no violenta para declarar: No a los reyes'.