Un aproximado de 10 mil trabajadores del sector salud del Estado de México marcharon por las calles de Toluca para demandar la destitución de la secretaría de Salud, Macarena Montoya, además de exigir el cumplimiento en la entrega de insumos, medicamentos y pagos pendientes.
Desde hace más de un año, la situación se ha agravado tras la transición del Instituto de Salud del Estado de México (ISEM) hacia IMSS Bienestar, lo que dejó sin salarios a cerca de 9 mil empleados transferidos en toda la entidad.
El secretario general de la sección 22 del Valle de Toluca del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Salud (SNTSA), Héctor Gómez Morales, afirmó: “Los servicios están abandonados desde hace más de siete años y, en el último, han empeorado. El IMSS Bienestar intenta imponer su modo de operación y las cosas no se están haciendo bien”.
La movilización, que tuvo lugar este miércoles, fue una respuesta de los propios trabajadores del sector salud, quienes sostienen que la condición actual de los hospitales y centros médicos es “insostenible” y que en el Estado de México no hay condiciones apropiadas para brindar atención adecuada a los pacientes.
“Los propios trabajadores solicitaron esta marcha para ser escuchados”, explicó Gómez Morales en entrevista con medios. La marcha partió del monumento a la Bandera y recorrió calles como Hidalgo, Independencia y Lerdo, hasta llegar al Palacio de Gobierno.
Los manifestantes, integrados por médicos, enfermeros y personal administrativo de 37 hospitales y 390 centros de salud en 73 municipios, denunciaron que los pacientes son quienes más sufren debido a la escasez de insumos y medicamentos.
Gómez Morales mencionó que, de un stock de 100 medicamentos, solo hay aproximadamente 20 en los hospitales, cifra que calificó como “mínima” para atender a toda la población mexiquense. “Lo que nos entregan es una fracción mínima y esa es la realidad”, expresó.
El sindicalista afirmó que, aunque las autoridades intentan aparentar que no existe problema de abastecimiento, la situación es muy distinta al interior de los centros médicos, donde la falta de fármacos y recursos afecta diariamente a los usuarios.
“Hay comunidades que se han visto afectadas por la simulación de que todo está en orden en los hospitales, pero la realidad es otra. Dicen que hay abasto pero en realidad no lo hay”, comentó.
La protesta continuará bajo modalidad de paro parcial, atendiendo únicamente emergencias y partos, hasta que las autoridades de salud puedan ofrecer una solución definitiva. Esta problemática afecta principalmente a quienes no cuentan con seguridad social y acuden a estos centros públicos.
“El impacto recae en los más vulnerables, aquellos que no tienen acceso a instituciones como el ISSSTE o el IMSS, porque las carencias son las mismas”, agregó Gómez Morales.
Los líderes sindicales seguirán en asambleas para negociar y buscar acuerdos con las autoridades estatales y federales, confiando en que pronto recibirán respuestas, ya que, según señalaron, solo han escuchado promesas de análisis y estudio de propuestas.
Finalizó asegurando que no exigen nada fuera de lo que les corresponde por ley y que la verdadera responsabilidad recae en el Estado, pues su obligación es garantizar derechos y atención digna a toda la población.