El distrito de San Juan de Lurigancho enfrenta una escalada de robos que ha puesto en riesgo la seguridad de los comedores populares y ollas comunes, espacios esenciales para millones de familias en situación vulnerable. Luego del reciente asalto al comedor 'Señor de Los Milagros', la ministra de Desarrollo e Inclusión Social, Lesly Shica, y el ministro del Interior, Vicente Tiburcio, visitaron el lugar para coordinar acciones inmediatas que garanticen la continuidad del servicio alimentario.
Durante la visita, Shica expresó que están preparados para enfrentar la delincuencia. "Estamos listos para combatir la inseguridad y actuar con rapidez. No permitiremos que nadie tenga miedo. Nuestro objetivo es desplazarnos por todos los comedores y ollas comunes para brindar protección", afirmó. Además, resaltó que el presidente José Jerí y el premier Ernesto Álvarez dieron instrucciones precisas de no suspender ningún servicio y de custodiar los centros de atención en todo el distrito.
En el marco de las acciones, la ministra, junto al alcalde Jesús Maldonado, acompañaron a las madres de familia a presentar la denuncia en la Comisaría de Santa Elizabeth. La coordinación entre la Municipalidad, el Midis y la Policía Nacional del Perú permitió reaccionar con prontitud y definir planes para evitar nuevos hechos delictivos tanto en Lima Metropolitana como en Callao.
El Midis informó que, gracias a la colaboración con el municipio, se habilitó un espacio alternativo en el comedor Santa Elizabeth, cercano al local afectado, mientras se reactivan las operaciones. Se entregaron más de 300 kilogramos de alimentos —como aceite, arroz, atún, fideos, menestras y leche—, donados por la ONG ADRA, en una acción coordinada con las autoridades.
Este trabajo conjunto entre sociedad civil, Estado y cooperación internacional resulta clave para cubrir las necesidades básicas en tiempos de crisis. Además del suministro alimentario, el Midis dispuso de atención psicológica para las responsables y socias del comedor afectado, además de acciones para recuperar su funcionamiento y proteger a quienes los gestionan.
San Juan de Lurigancho cuenta con 329 comedores populares, beneficiando a 28,627 personas, y 399 ollas comunes que distribuyen alimentos a 21,451 usuarios en situación de vulnerabilidad. Estas iniciativas son fundamentales para garantizar la seguridad alimentaria en comunidades urbanas alejadas de programas formales.
El Ministerio del Interior y el Midis reafirmaron su compromiso de mantener las actividades en estos centros, reforzando rondas policiales, canalizando donativos y brindando acompañamiento constante a las organizaciones, con una respuesta multisectorial y sostenida contra la inseguridad.