El sonido de motores de motocicleta alerta a quienes pasean o corren por el Parque Alameda 2000 en Toluca, debido a que estos vehículos de dos ruedas transitan ilegalmente sobre la trotaspista. El Sol de Toluca constató que las motocicletas circulan por los senderos exclusivos para peatones y atletas, en ocasiones manejando a un lado de las personas o detrás de ellas para posteriormente quitarlas del camino.
Una adulta mayor que caminaba acompañada de sus perros expresó su molestia: «No qué le pasa a ese hombre, que no respeta. Debería respetar este lugar. No sabe de valores y respeto». Otra mujer que le auxiliaba comentó que, desde hace meses, las motos circulan por el parque, cruzándose sin precaución y acelerando en espacios estrechos.
De acuerdo con el reglamento del espacio público, está prohibido el tránsito de vehículos motorizados en la trotaspista, incluyendo motocicletas. La presencia de estos vehículos rompe la tranquilidad que buscan los visitantes para ejercitarse, trotar o caminar, afectando la calma del entorno.
«Con esos ruidos, ya no podemos estar tranquilos; cuando menos lo sientes, ya pasa una moto», comentó un paseante. Las motocicletas cruzan a baja velocidad por caminos angostos, incluso sobre árboles pequeños y maleza, poniendo en riesgo la seguridad de los visitantes.
El temor principal es que puedan atropellar a alguien, especialmente a niños que juegan en el parque, quienes podrían ser menos atentos y vulnerables ante un impacto. Esto genera un ambiente de inseguridad entre los usuarios, quienes también expresan preocupación por posibles asaltos: «Se escucha mucho de que las motos también asaltan, y ahora que están por aquí, uno piensa en eso y ya no se siente tan tranquilo», comentó una joven.
Asimismo, la circulación continua de motocicletas deteriora los caminos, debilitando la tierra y creando irregularidades por el peso y la movimiento de las unidades. Los neumáticos también afectan la flora, destruyendo árboles, plantas y pasto, así como la fauna que habita en el lugar.
Los ciudadanos solicitan a las autoridades locales reforzar la regulación del ingreso de vehículos motorizados en áreas exclusivas para peatones y colocar elementos de seguridad en los alrededores del parque para garantizar la tranquilidad. Aseguran que, si las autoridades actúan ahora, podrán controlar la situación y evitar que la problemática escale. De lo contrario, consideran que la presencia de motocicletas en el parque podría convertirse en un riesgo mayor para todos los visitantes.