Un mexicano de 39 años murió el 22 de septiembre en California mientras estaba bajo la custodia del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), en medio de denuncias por la falta de atención médica adecuada a los detenidos. Ismael Ayala-Uribe fue trasladado al Centro Médico Global Victor Valley, en Victorville, tras detectarse un absceso en el glúteo y programarse una intervención quirúrgica. Sin embargo, fue hallado inconsciente en la madrugada y declarado muerto; las causas aún están en investigación, aunque el ICE mencionó que padecía hipertensión y taquicardia anormal.
El Centro de Procesamiento en Adelanto, donde permanecía detenido, fue prácticamente cerrado tras una orden judicial que exigió la libertad de los migrantes por las condiciones insalubres durante la pandemia de Covid-19. Ayala-Uribe había sido detenido en Orange el 17 de agosto y trasladado a Adelanto para su proceso migratorio.
Este fallecimiento se suma al ocurrido el 18 de septiembre en Nueva York, donde murió el hondureño Santos Reyes Banegas, de 42 años, en el Centro Correccional del Condado de Nassau, debido a una falla hepática. Reyes Banegas, que fue sometido a revisión médica tras su ingreso, falleció apenas 18 horas después de su llegada.
Estos casos elevan a dieciocho el número de muertes reconocidas oficialmente por el ICE en lo que va del año fiscal 2025, que empezó en octubre de 2024, superando las doce del año fiscal anterior, evidenciando las preocupantes condiciones en los centros de detención migratoria en Estados Unidos.