En el Valle de Toluca, aunque cada vez es más común ver a mujeres laborando en estaciones de servicio, muchas abandonan estos empleos debido a los bajos salarios y la exigencia de turnos nocturnos que afectan su vida familiar. La región cuenta con aproximadamente 140 gasolineras, y testimonios indican que, si bien muchas mujeres ingresan a estos puestos, pocas permanecen por largos periodos.
Araceli Muñoz, de 34 años, trabaja desde hace siete años en una gasolinera sobre la vialidad Adolfo López Mateos en Zinacantepec. Es la única mujer que ha mantenido su empleo en ese tiempo. Madre de dos hijos, gana poco más de 1,500 pesos por quincena, además de comisiones diarias de aproximadamente 300 pesos. A pesar de las dificultades económicas, destaca que cuenta con prestaciones sociales y atención médica del IMSS.
En general, las mujeres desempeñan tareas similares a sus compañeros hombres, como despachar combustible, revisar niveles de aceite y aire, limpiar parabrisas y cobrar, en jornadas de ocho horas. Marisela Ordóñez, de 27 años y madre de una niña de seis años, trabaja en una estación en la calle Independencia, en Toluca. Ingresó al empleo por recomendación de un amigo para mantener a su hija, enfrentando rotación de turnos, y en ocasiones, recibe apoyo familiar para regresar a casa en turnos nocturnos. Además, vende productos por catálogo para complementar sus ingresos.
Jorge Luis Pedraza Navarrete, presidente de la Asociación de Distribuidores de Gasolina y Lubricantes (Adigal) del Valle de Toluca, afirmó que las mujeres representan aproximadamente el 30% de los despachadores en la región. Señaló que algunas estaciones trabajan con esquemas de 24x24 horas, lo que requiere pernoctar en el lugar y representa un obstáculo adicional para la contratación femenina. No obstante, aclaró que los horarios varían, ya que algunas estaciones operan con jornadas de 8 a 9 horas, mientras otras utilizan turnos continuos de 16 horas con descansos prolongados.
En promedio, las despachadoras perciben alrededor de 1.5 salarios mínimos, aunque las condiciones laborales varían según la empresa, dificultando que muchas mujeres permanezcan en el puesto por largos periodos.