La NBA vivió una jornada de doble impacto: mientras el mundo del deporte seguía conmocionado por las recientes noticias extradeportivas, con la detención del entrenador Chauncey Billups y el jugador Terry Rozier por el FBI por apuestas ilegales, en la cancha se disputó uno de los encuentros más emocionantes de la temporada. Golden State Warriors venció 137-131 a Denver Nuggets tras una prórroga, en un partido donde la actuación de Stephen Curry eclipsó el récord personal de Aaron Gordon.
El encuentro estuvo marcado por actuaciones memorables. Curry, quien recientemente destronó a LeBron James como el jugador mejor pagado del mundo, lideró la ofensiva de los Warriors con 42 puntos, además de sumar 6 rebotes, 7 asistencias, 3 robos y un tapón. En los momentos decisivos, fue clave para forzar la prórroga con un triple a cinco segundos del final del reglamentario y asegurar la victoria con otros tiros libres y triples en los minutos extras.
Por el lado de Denver, Aaron Gordon anotó una cantidad extraordinaria de puntos: 50, con un 81% en tiros de campo (17 de 21) y 91% en triples (10 de 11). Inició la partido encestando ocho triples consecutivos, y su décimo triple, a 26 segundos del cierre, puso a los Nuggets al frente, dejando una actuación ofensiva que pocos han igualado en la historia. Gordon igualó marcas de leyendas como Michael Jordan, Kyrie Irving, Anthony Davis, Elgin Baylor y Wilt Chamberlain, todos con 50 puntos en el primer partido de temporada.
Además, Nikola Jokic contribuyó con un triple-doble: 21 puntos, 13 rebotes y 10 asistencias. Sin embargo, los Nuggets no lograron mantener la ventaja en los minutos finales ni en la prórroga.
En la recta final del juego, tras un triple de Gordon que parecía cerrar el partido, Curry respondió con un tiro largo tras una pantalla, empatando el marcador. La reacción de los Warriors, con una alineación sorprendente que incluyó a Curry, Jimmy Butler, Jonathan Kuminga, Draymond Green y el recién llegado Al Horford, fue decisiva. Horford inauguró la prórroga con un triple desde la esquina, y la defensa mejoró considerablemente. Curry y Butler, este último con un triple clave a 41 segundos del final, llevaron a los Warriors a dominar el tiempo adicional con un parcial de 12-2.
El cierre del tiempo reglamentario fue vibrante. Tras la exhibición de Gordon, Curry respondió con otro tiro desde larga distancia, empatando el partido. La moral de los Warriors se consolidó y, en la prórroga, dominaron claramente, extendiendo su invicto en el inicio de temporada a 2-0.
Gordon no solo superó el récord interno de franquicia para la apertura de temporada (47 puntos en 1985 por Alex English), sino que igualó el récord de Terry Rozier con 10 triples en un primer juego de temporada. Con un porcentaje de efectividad en triples del 43.6% en la pasada temporada, nunca antes había encestado más de siete triples en un solo partido. Su actuación lo coloca en el selecto grupo de jugadores que logran 10 triples en un partido, incluso en una derrota.
Por su parte, Curry reafirmó su rol como factor diferencial en unos Warriors que aspiran a volver a ser contendientes al título. Su manejo en momentos claves y su capacidad para responder bajo presión fueron resaltados. Según su compañero Draymond Green, “cuanto más grande es el momento, más se eleva. Es un tipo tranquilo... pero le encanta el espectáculo. Siempre que hay un espectáculo que dar, lo hace”.
El resultado deja a Denver en 0-1 y a los Warriors liderando la clasificación en este arranque de temporada. Los Nuggets ya piensan en su próximo compromiso en casa, contra Phoenix Suns.