Nvidia reportó un beneficio neto de 26 mil 422 millones de dólares en su segundo trimestre fiscal, lo que representa un aumento del 59 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior, impulsado por la alta demanda de sus chips de inteligencia artificial para centros de datos.
No obstante, las expectativas del mercado para el próximo trimestre no fueron alcanzadas, evidenciando los desafíos en su operación en China, afectados por las restricciones de exportación impuestas por Estados Unidos.
Durante esta semana, la compañía anunció ingresos totales de 46 mil 743 millones de dólares, con un crecimiento del 56 por ciento comparado con el mismo periodo de 2024. De esos ingresos, casi 41 mil 100 millones provinieron del segmento de centros de datos, consolidándose como el principal motor gracias a la acelerada adopción de la IA generativa.
El director ejecutivo de Nvidia, Jensen Huang, destacó que el nuevo procesador Blackwell representa “un salto generacional excepcional” en tecnología, y que la producción se realiza a plena capacidad por la demanda “extraordinaria”.
Sin embargo, en China no se registraron ventas del chip H20 en el trimestre. Este dispositivo fue diseñado como una alternativa a modelos restringidos por Washington, pero las regulaciones impidieron su comercialización. Nvidia solo reportó 180 millones de dólares en ventas de inventario previamente reservadas para clientes fuera de China.
Las dificultades en el mercado chino ya forzaron a la firma a reconocer un cargo de 4 mil 500 millones de dólares en el trimestre anterior. Aunque obtuvo una licencia para exportar el chip H20 bajo la condición de entregar el 15 por ciento de los ingresos al gobierno estadounidense, aún negocian permisos similares para chips más avanzados.
Para el tercer trimestre fiscal, Nvidia proyectó ventas por 54 mil millones de dólares, cifra alineada con el consenso de Wall Street, pero por debajo de las expectativas optimistas que apuntaban hasta 60 mil millones. Este pronóstico genera dudas sobre si el ritmo actual en la adopción de IA puede mantenerse.
Expertos señalan que, aunque el crecimiento es fuerte, el gasto de los grandes clientes podría disminuir si no se traduce en beneficios tangibles de la IA a corto plazo.
En el primer semestre del año fiscal, Nvidia alcanzó ingresos de 60 mil 521 millones de dólares, un incremento del 41 por ciento respecto al año anterior, y una utilidad neta de 45 mil 197 millones, con un aumento del 44 por ciento.
El avance de Nvidia refleja la intensa competencia en la carrera por la IA, donde empresas como Microsoft y Meta destinan buena parte de sus inversiones a los procesadores de la firma. Aproximadamente la mitad de los ingresos por centros de datos del trimestre provinieron de estos proveedores.
La directora financiera, Colette Kress, estimó que la iniciativa de “IA soberana”, orientada a vender chips y software a gobiernos, podría generar hasta 20 mil millones de dólares en ventas este año. También proyectó que la demanda global en infraestructura de IA podría alcanzar los cuatro mil millones de dólares para finales de la década.
A pesar de estas buenas perspectivas, la situación en China sigue siendo un reto. La administración de Donald Trump mantiene prohibiciones sobre la exportación del chip Blackwell, el más avanzado de Nvidia, y Beijing ha reducido la adquisición del chip H20. La compañía, además, detuvo la producción de este modelo ante la incertidumbre regulatoria.
En medio de estos obstáculos, Nvidia anunció un programa de recompra de acciones por 60 mil millones de dólares, una señal de confianza en su liderazgo y potencial de crecimiento.
Un análisis de Actinver menciona que, si bien los resultados superaron expectativas en ingresos y utilidad por acción, el segmento de centros de datos no alcanzó las proyecciones y esto genera incertidumbre sobre la sostenibilidad del ritmo de crecimiento.
Pese a las buenas cifras, las acciones de Nvidia retrocedieron un 3.3 por ciento tras la publicación de los resultados, reflejando cierta cautela entre los inversionistas respecto a los desafíos futuros, especialmente en el mercado chino.