Oaxaca, Oax.- Tras la explosión de una pipa en Iztapalapa, Ciudad de México, que ha dejado más de 13 muertos y 70 heridos, las autoridades de protección civil en Oaxaca ya trabajan en reforzar las medidas para prevenir incidentes similares en su territorio.
En entrevista con El Sol de México, Manuel Maza Sánchez, coordinador estatal de Protección Civil y Gestión de Riesgos, explicó que la Mesa de Seguridad ha comenzado a definir acciones para regular el tránsito de vehículos que transportan materiales peligrosos, como sustancias inflamables, volátiles, corrosivas o explosivas, en zonas urbanas densamente pobladas.
"Estos camiones circulan diariamente no solo en la ciudad de Oaxaca, sino en al menos doce municipios conurbados. Lo más delicado es que transitan frente a la Central de Abasto de la capital, donde diariamente se concentran miles de personas", advirtió.
Maza Sánchez señaló que, desde hace años, se ha pedido restringir el paso de tráileres con doble tanque, conocidos como "fulles", pero no hubo respuesta de las autoridades viales.
Además de ello, existen otros factores de riesgo, como choferes con jornadas excesivas, unidades sin controles adecuados, señalización insuficiente y casos en que no llevan el rombo de identificación que indica el material transportado.
El funcionario detalló que en las calles y carreteras de Oaxaca circulan productos como gas LP, alcohol, aceites y cloro, cada uno con distintos niveles de peligrosidad. "El gas LP es el más delicado, porque al estar a presión y en contacto con fuego puede generar explosiones devastadoras", expresó.
En respuesta a esta situación, en la reciente reunión de la Mesa de Seguridad se plantearon establecer reglas claras, como horarios restringidos para pipas y tráileres, límites de velocidad, rutas específicas y condiciones mínimas de seguridad.
"El objetivo es llegar a acuerdos con autoridades municipales, estatales y federales para normar el paso de estos materiales", indicó Maza Sánchez.
El coordinador destacó que la problemática no está limitada a la capital oaxaqueña, sino que también afecta regiones como el Istmo de Tehuantepec y, particularmente, Salina Cruz, donde se encuentra una de las refinerías más importantes del país. Ahí circulan diariamente cientos de pipas con productos químicos para la industria petroquímica.
"También será necesario establecer un ordenamiento en esas regiones. Los camiones viajan hacia Chiapas, Puebla o Querétaro, cruzando todo el estado de Oaxaca, y el riesgo es permanente", advirtió.
Maza Sánchez subrayó que este esfuerzo requiere coordinación integral, no solo de protección civil, sino también de las instancias responsables de la regulación del transporte federal. "Lo ocurrido en Iztapalapa es una advertencia. No podemos esperar a que una tragedia similar ocurra aquí", concluyó.