La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) reconoció avances en materia de seguridad durante el primer año del gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, aunque afirmó que el problema aún está lejos de resolverse. En un comunicado, la CEM señaló que la estrategia de seguridad implementada hace un año comienza a reflejar resultados, además de destacar la importancia de que la reducción de la violencia vaya acompañada de una disminución de la corrupción, considerada un 'cáncer social' que afecta la esperanza de un México próspero. Los obispos expresaron su deseo de que se logren mayores avances en este rubro para fortalecer la paz social, haciendo alusión a la invitación del Papa León XIV a una paz desarmada y desarmante.
En el plano internacional, la CEM valoró los esfuerzos diplomáticos y de negociación del gobierno federal para evitar fricciones con socios comerciales, en temas de aranceles y seguridad común.
Asimismo, hicieron un llamado a redoblar esfuerzos en la protección de migrantes y grupos vulnerables, señalando que su dignidad debe considerarse 'nuestro más grande tesoro'. La pobreza fue identificada como un lastre histórico que aún no disminuye al ritmo que el pueblo mexicano merece, por lo que el Episcopado expresó su esperanza de que los avances en esta área se consoliden mediante la promoción de trabajo digno y desarrollo social, en línea con una visión tanto material como espiritual de la dignidad.
En el ámbito político interno, los obispos manifestaron la expectativa de que la próxima reforma electoral fortalezca el pluralismo democrático y consolide una convivencia política más incluyente y basada en reglas claras.
Por último, la CEM valoró las garantías brindadas por el gobierno en materia de libertad religiosa, de conciencia, credo y culto, reiterando su confianza en que continuar en un marco de diálogo y entendimiento entre instituciones civiles y religiosas, siempre respetando la laicidad del Estado mexicano.