Oliver Sonne atraviesa un momento crítico en su carrera en Burnley. Su protagonismo en el equipo ha disminuido notablemente, perdiendo espacio y consideración bajo la dirección del entrenador Scott Parker. La decisión del técnico de priorizar otros futbolistas, independientemente de las formaciones usadas, ha relegado al jugador noruego a un rol residual, con pocas expectativas de regresar a ser titular o incluso de mantenerse en la banca.
Pese a su esfuerzo por convencer a Parker, incluyendo la comunicación de su intención de rechazar un último llamado de la selección peruana, las oportunidades no han llegado. La actitud de Sonne fue valorada positivamente, pero el técnico continuó apostando por otros perfiles, dejando al jugador sin opciones claras. Todo indica que su regreso a la alineación titular es remota y que incluso su continuidad en el club está en duda.
El periodista Matt Scrafton, en entrevista con Infobae Perú, sugirió que Sonne no está en los planes del entrenador y no sería sorprendente que fuera cedido en el mercado de fichajes de enero, en busca de más minutos y recuperación de confianza.
El tiempo apremia, ya que Sonne tiene menos de dos meses para demostrar que puede ser una opción válida dentro del plantel, en un Burnley que lucha por mantenerse en la Premier League tras un merecido ascenso desde la Championship 2024/25.
El club había mostrado interés en Sonne a principios de año, cuando aún destacaba en Silkeborg IF, pero la negociación no prosperó en ese momento. Finalmente, fue contratado para cerrar la división en una temporada en la que su participación fue escasa. Aunque tuvo una mejor presencia en torneos como la FA Cup, su rendimiento en la Premier League fue irregular, iniciando como titular en el triunfo contra Tottenham, pero dejando mucho que desear.
A pesar de una oportunidad adicional y de anotar su primer gol en la Carabao Cup frente al Derby County, su situación no mejoró. La gestión técnica del Burnley lo relegó progresivamente, y en la actualidad, Sonne aparece en las listas de jugadores descartados, sin un futuro claro en el club.
Con un contrato de cuatro años, la opción más viable para el futbolista sería buscar un préstamo a otro equipo que le garantice continuidad, a menos que se produzca un giro inesperado en los próximos días.
