Madres y padres de pacientes oncológicos del Hospital para el Niño en Toluca se manifestaron frente a sus instalaciones para exigir el suministro completo de medicamentos y quimioterapias, afectado desde hace varias semanas. La carencia de insumos médicos ha provocado la suspensión de tratamientos y estudios críticos para la salud de los pequeños, lo que ha generado una crisis en la atención médica. Durante más de tres horas, las familias permanecieron con pancartas y documentos en mano, incluso bloqueando momentáneamente el cruce de Paseo Colón y Tollocan, en busca de una respuesta de las autoridades, incluyendo a la gobernadora Delfina Gómez. Las madres destacaron que los retrasos en autorizaciones y la escasez de fármacos como hiposamida, dexametasona y endocetrol han interrumpido tratamientos indispensables. Oralia Reyes, madre de Edifuel Cruz Reyes de San José del Rincón, precisó que su hijo lleva días sin quimioterapia debido a la falta de estos medicamentos, lo que representa un retroceso en su proceso médico y agrava los costos familiares por traslados y gastos adicionales. Otra madre, Karina Vázquez González, de San Diego de los Padres, denunció que estudios como tomografías, que antes se realizaban en el hospital, ahora deben pagarse en centros externos, superando los 9 mil pesos, lo que representa una carga económica insostenible para muchas familias. Las protestantes señalaron que la escasez ha llevado incluso a que algunos pacientes tengan que comprar soluciones, electrolitos y otros insumos básicos por su cuenta, además de afrontar gastos en transporte y alojamiento. Exigieron una reunión con el director del hospital para obtener respuestas inmediatas, ya que el problema ha empeorado en las últimas semanas y pone en riesgo la salud y recuperación de los menores. Una madre expresó que el costo del medicamento de su hija, que asciende a 42 mil pesos por ciclo, es imposible de cubrir sin apoyo institucional. Los padres pidieron la intervención del gobierno del Estado de México para revisar los procesos de adquisición y distribución de fármacos oncológicos, insistiendo en que no pueden interrumpir las terapias, pues el desabasto pone en peligro la vida y el bienestar de los niños.